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Indignación en Ferrari y alivio en McLaren-Mercedes: la absolución
de las “flechas de plata” por el escándalo de espionaje ha
provocado un ambiente de extrema frialdad entre los dos “eternos rivales”
de la Fórmula 1 y ha calentado aún más la lucha por el campeonato
del mundo.
“Este es un momento feo para nuestro deporte” se quejó el
piloto brasileño de Ferrari Felipe Massa. El jefe de equipo, Jean Todt,
habló de una “incomprensible decisión” y no descartó
la posibilidad de ulteriores consecuencias.
El presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, dijo que su equipo no acepta
el fallo del Consejo Mundial del Automovilismo deportivo de no castigar a su
rival McLaren, en el caso de espionaje.
Montezemolo insistió en que la batalla legal continúa y prometió
a los seguidores de la escudería italiana de Fórmula Uno que no
abandonará el caso.
"Quiero decir a todos los aficionados alrededor del mundo que se han comunicado
con Ferrari, ofendidos por la decisión tomada ayer en París, que
estén tranquilos porque la historia no ha terminado", dijo el presidente
del constructor, citado por la agencia oficial italiana de noticias ANSA.
Previamente, el director de la escudería de F1, Jean Todt había
dicho que se está considerando apelar la decisión porque "es
altamente perjudicial para la credibilidad del deporte".
Todt señaló que el equipo "está estudiando el paso
a seguir después de la incomprensible y grave decisión adoptada
en París"
Todo empezó con Nigel Stepney, hombre de confianza de Michael Schumacher
en Ferrari y quien operó como jefe de mecánicos de la Escudería
hasta el año pasado, fue demandado por su equipo, se presume, por un
intento de sabotaje a los autos rojos de Kimi Raikkonen y Felipe Massa, previo
al Gran Premio de Mónaco.
La policía italiana encontró en la casa de Stepney un polvo blanco
similar a detergente, que también fue hallado cerca de los autos. Hasta
allí este británico era el único implicado y se hablaba
de cómo él había actuado de esta forma en retaliación
contra el equipo, pues aspiraba a asumir la dirección técnica
ante la salida de Ross Brawn, a lo que Jean Todt, cabeza del equipo, dio una
negativa.
Un par de semanas después el caso tocó a McLaren. Ferrari inició
procesos legales en Italia e Inglaterra contra Mike Coughlan, jefe de diseño
del equipo británico, por estar en posesión de documentos confidenciales
de Ferrari, que se presume llegaron a sus manos vía Nigel Stepney. Ese
mismo día McLaren anunció la suspensión de Coughlan de
su cargo.
En el futuro, McLaren deberá cuidarse mucho de que sus piezas no se
asemejen a las de Ferrari, porque serán miradas con lupa por los comisarios
de la FIA, intentando discernir si fue un desarrollo propio o un plagio. La
situación podría mantenerse al menos esta y la siguiente temporada,
pues el famoso dossier también contenían diseños y evoluciones
del F2007.
El el dossier de 780 páginas con amplias informaciones de Ferrari que
el ya ex diseñador jefe de McLaren Mike Coughlan habría recibido
del también ex mecánico jefe de Ferrari Nigel Stepney, al parecer
ha sido ya destruido.
La violación del artículo 151c del Código Deportivo Internaional,
tal como constató la FIA, se basa en el hecho de que un equipo es responsable
de sus miembros. Y eso es aplicable también a Ferrari y a Stepney, no
sólo a Coughlan y McLaren.