La introducción al mercado del renovado Jeep Grand Cherokee es una jugada
maestra de DaimlerChrysler. Su versión 2005 no es un Jeep tradicional americano,
sino más bien uno de la tradición Mercedez-Benz, con una pizca de
Dodge Magnum en su actitud.
Tal y como mandan las tendencias actuales, Jeep renueva su gran todoterreno
dándole una imagen de mayor lujo, modernidad y equipamiento; y, aunque
se asegura que la nueva tecnología mejora las aptitudes en campo, su
orientación es más rutera que campestre. Incluso en el comunicado
de prensa del Grand Cherokee 2005 se habla de "SUV (Sport Utility Vehicle)",
lo que da una idea de su nueva tendencia. De hecho, tabién se asegura
que ha mejorado sensiblemente su comportamiento en carretera.
Habrá dos nuevos motores de gasolina. De mecánicas diesel todavía
no se ha hablado, ya que en un principio llegará al mercado norteamericano
(donde reinan los propulsores de gasolina de alta cilindrada), y ya para 2005
a los países europeos, donde evidentemente sí habrá uno
o más diesel. A falta de confirmación por parte de la marca, no
sería de extrañar que los primeros modelos diesel vinieran con
el actual 2.7 CRD de 163 cv, ya que se trata de un motor moderno y eficaz que
fue desarrollado por Mercedes y presentado para el todoterreno de Jeep hace
poco más de dos años.
De las mecánicas que sí se han desvelado datos ha sido de las
nuevas de gasolina: 5.7 V8 de 325 cv y 3.7 V6 de 210 cv. El 3.7 V6, que se monta
ya en los Dodge Ram y Jeep Liberty para el mercado americano, sustituirá
al ahora disponible 4.0 de 190 cv, al cual supera tanto en potencia, como en
par motor. La primicia será el 5,7 V8 Hemi, motor que tiene la particularidad
de funcionar con la mitad de los cilindros cuando no se requiere todo su potencia,
reduciendo mediante este sistema, denominado MDS, un 20% el consumo. El actual
motor 4,7 litros de 258 cv se seguirá ofreciendo en el modelo 2005.
Casi todo en el interior es nuevo, con una combinación de colores de
alto contraste en el panel de instrumentos y los picaportes, con nuevas texturas,
materiales y terminaciones que son en general más ricas y vistosas que
en los modelos viejos, que no eran particularmente buenos.
Los asientos son más acolchados y grandes que en cualquier modelo anterior,
con contornos más ergonómicos y más longitud de ajuste,
una variable importante para los conductores altos. El espacio para las piernas
y la cabeza también ha aumentado, lo que da la sensación de estar
en una cabina mucho más grande.
El panel de instrumentos ya no es el collage de plástico negro que vimos
en el modelo anterior, sino un diseño de verdad, consistente, con una
buena combinación de partes plateadas brillantes y mate, con una disposición
de los instrumentos de primera clase. El panel de instrumentos tiene cuatro
relojes iluminados con leds, de cuadrantes negros y agujas de color rojo brillante.
En el modelo Limited, los marcos de los relojes son plateados. Para una mayor
versatilidad en el compartimiento trasero, el área de carga posee un
panel reversible en el suelo que al girar sobre sí mismo crea un contenedor
superficial. En conjunto, el nuevo interior está mucho más organizado,
es más ligero y más grande que en cualquiera de las versiones
anteriores desde 1993.
El rango de movimiento de la suspensión delantera ha sido aumentada
casi un 10% respecto de las versiones anteriores y la nueva geometría
de dirección disminuye drásticamente el ángulo de giro
del vehículo, lo que es una ayuda más en todo terreno. La nueva
suspensión trasera de cinco enlaces, combinada con la delantera y el
sistema de dirección producen la sensación de estar de paseo constantemente,
sin balanceo al virar bruscamente, lo que significa una gran mejora respecto
a cualquier Jeep anterior. No solemos girar bruscamente con un utilitario de
4500 libras, pero este nos invita a portarnos un poco mal de manera gratificante
teniendo en cuenta los neumáticos. Sólo podemos especular lo que
será la versión con motor Hemi con sistema DHS y ESP.