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El presidente del grupo automovilístico DaimlerChrysler, Dieter Zetsche,
confirmó en Berlín que hay conversaciones con posibles compradores
de la deficitaria filial estadounidense de la compañía, Chrysler.
El millonario inversionista Kirk Kerkorian presentó una oferta no solicitada
para la adquisición del Grupo Chrysler por 4 mil 500 millones de dólares
y ofreció 100 millones de dólares a DaimlerChrysler AG por los
derechos exclusivos de negociaciones de compra.
La oferta la hizo a través su poderoso brazo financiero Tracinda, y
justo un día después de que se celebrara la junta general de accionistas
del grupo automovilístico, durante la que se anunció que se estaban
tanteando ya varias ofertas. DaimlerChrysler anunció el pasado 14 de
febrero que estaba considerando la venta de Chrysler, en un guiño hacia
los inversores más descontentos con el rendimiento de la compañía.
Los títulos del grupo subieron un 3,4% en Wall Street nada más
conocerse el detalle de la oferta. De esta manera, Kerkorian vuelve a dirigir
la atención hacia Chrysler, donde en el pasado ejerció como un
activo inversor antes de la fusión con la alemana Daimler en 1998, en
una operación que llevó ante los tribunales porque consideró
que se engañó a los accionistas al decir que se trataba de una
fusión entre iguales. El caso se resolvió al final a favor de
la automovilística.
Han Tjan, director de comunicaciones corporativas de DaimlerChrysler en Nueva
York, dijo que el fabricante de automóviles alemán-estadounidense
está conversando con posibles socios con respecto a una venta y el presidente
está satisfecho con el proceso.
“Todas nuestras opciones siguen abiertas. Para nosotros, hablar acerca
de Tracinda es especular'’, señalló Tjan.
Debe recordarse que desde hace dos meses y medio, en febrero, el presidente
de Daimler Chrysler puso prácticamente en venta a la división
estadunidense. Pero no afirmó esa intención sino hasta esta semana.
Antes había dicho que todas las opciones estaban abiertas para la firma.
Ahora sabemos que la venta era la única opción. DaimlerChrysler
ya no quiere a Chrysler en su portafolio de negocios. Solo desea permanecer
con el carácter alemán.
La filial estadounidense de la empresa se ha visto afectada por los altos precios
del petróleo y el cambio en el gusto de los consumidores, que están
dejando de lado los vehículos con alto consumo de gasolina y los grandes
utilitarios deportivos.
A mediado de febrero, Daimler Chrylser anunció que recortaría
miles de puestos de trabajo y cerraría dos nuevas plantas en dicha filial,
en lo que pareció ser un último intento por sacarla a flote.