Los franceses Stephane Peterhansel y Cyril Despres consiguieron el domingo hacer
doblete en el Rally Dakar adjudicándose respectivamente la carrera en coches
y motos.
Del posible doblete español, al real y tangible dominio final francés.
Así se escribe el epílogo de la 29ª edición del Dakar,
que encumbró a dos pilotos de casa (la empresa organizadora de la prueba,
Amaury Sports Organization, es francesa).
Ambos recibieron el liderato de sopetón, envuelto en papel de regalo,
merced a las desgracias de Marc Coma (caída y abandono) y Carlos Sainz
(problemas eléctricos) y Giniel de Villiers (su coche ardió),
respectivamante. Entraron en escena de manera improvisada, para tirar a la papelera
el rol de secundarios de lujo y brillar con todos los laureles en el podio del
idílico Lago Rosa.
El sudafricano Giniel de Villiers (Volkswagen) fue el vencedor de la última
etapa del rally Dakar, en la categoría de coches, en la que el francés
Stephane Peterhansel (Mitsubishi) consiguió el triunfo definitivo.
Villiers se impuso con 2 segundos de ventaja sobre su compañero de equipo,
el español Carlos Sainz.
Después de los accidentes de los Volkswagen sólo tuvo que aguantar
la presión de su compañero, compatriota y amigo Luc Alphand, que
pareció conformarse con el segundo puesto y ni siquiera forzó
su máquina para superar a Peterhansel.
No se repitió la historia del año pasado, cuando Peterhansel
se estrelló contra un árbol a falta de cuatro etapas para el final,
lo que dejó en bandeja el primer triunfo de Alphand.
El veterano Jean-Louis Schlesser completó el podium de coches, un mérito
para un experimentado piloto que planta cara a los grandes equipos.
El letón Janis Vinters (KTM) fue el vencedor de la última etapa
del rally Dakar, en la categoría de motos, en la que el francés
Cyril Despres (KTM) obtuvo el triunfo definitivo. Vinters se impuso por 7 segundos
al noruego Pal Anders Ullevalster (KTM) y con 25 segundos sobre el tercero,
el portugués Helder Rodrigues (Yamaha).
Sonriente y dicharachero estaba Despres en el Lago Rosa, donde debió
recordar las sensaciones de 2005, cuando logró su primer triunfo. Cyril
evocó los problemas que ha atravesado durante el rally, las dos averías
en la caja de cambios que a principios de la prueba le distanciaron de los mejores
y parecieron dejarle fuera del reparto de premios.
Pero también se acordó de Coma, su principal rival, el hombre
que le habría arrebatado el rally de no haber sido por la desafortunada
caída en la penúltima etapa larga, entre Kayes y Tambacunda, que
le apeó de la gloria que saboreó el año pasado. Despres
aseguró que en esa etapa vivió el momento más intenso del
Dakar, cuando sabía que Marc había caído pero no conocía
su estado de salud.
Finalmente la mala fortuna del español se tradujo en el éxito
del galo, que sin Coma en pista no encontró rival de su talla y fue secundado
por su compatriota y compañero de equipo David Casteu y por el estadounidense
Chris Blais, el único no francés de los podios de motos y coches.
Franceses no hubo en el podium de camiones, dominado por el holandés
Hans Stacey, que mejoró su actuación del año pasado cuando
fue segundo.
Le siguió el ruso Ilgizar Mardeev, mientras que el checo Ales Loparis,
sobrino del mítico Karel Loparis, el hombre que más veces ha ganado
el Dakar en camión, logró subir al podium en su primera participación.