La industria gallega de la automoción aguarda expectante noticias de París,
y no oculta su sorpresa ante la aparentemente repentina decisión de Javier
Riera de abandonar la dirección general de PSA en Vigo, pero en el sector
reina la calma.
Desde que el todavía director de la planta de PSA Citröen de Vigo,
Javier Riera, anunciase su decisión de acceder a la prejubilación,
en una fecha a determinar, durante el próximo mes de enero, las manifestaciones
al respecto no han cesado.
La dirección de PSA Peugeot Citroën en París quiere a un
francés dirigiendo la fábrica de Vigo, al menos para los próximos
cinco años. Así lo aseguran fuentes próximas a la cúpula
del grupo galo, quienes precisan que el futuro responsable de la marca en Galicia
llegará con órdenes expresas de aplicar un metódico plan
de contención del gasto.
El sustituto de Javier Riera, que el pasado día 23 anunció su
inminente prejubilación dos años antes de lo previsto, será
nombrado en la primera quincena de enero con el visto bueno del nuevo presidente
de PSA, Christian Streiff, que reemplazará ese mismo mes al también
prejubilado Jean Martin Folz, el hombre que nombró a Riera y que en 1999
convirtió a Vigo en centro piloto.
El representante de la CIG en el Comité de Personal, Henrique Pérez,
explicó que la forma en que Riera hizo su anuncio "da lugar a todo
tipo de especulaciones" acerca de los motivos de su marcha y subrayó
que "no es lo mismo un cambio de ciclo que un cambio estratégico".
Pérez destacó que, a pesar del mensaje de tranquilidad, "no
hay que olvidar que quien se va es el capitán del navío",
por lo que se plantean muchos "interrogantes" acerca del futuro papel
de la fábrica de Vigo en el grupo PSA Peugeot-Citroën, "sobre
todo teniendo en cuenta que la situación del grupo no es buena".
El nuevo responsable de Citroën-Vigo tendrá un perfil «más
industrial y menos político» que Riera, y deberá homogeneizar
la planta de Balaídos a las del resto del grupo en Europa, una cuestión
que podría acabar afectando al trato con proveedores y al modelo de gestión
interno. Esta decisión, que algunas fuentes relacionan directamente con
la marcha anticipada de Javier Riera, responde a la inquietud de PSA por equilibrar
resultados en sus doce plantas europeas (seis en Francia, dos en España
y una en Portugal, Italia, Chequia y Eslovaquia).
El plan de ajuste del grupo galo arrancó en el 2006 y redujo ya 30.000
empleos en Europa. A partir del 7 de febrero, fecha en la que PSA presentará
su balance anual, se propone ahorrar 125 millones de euros.
El presidente de la Fundación Ceaga tampoco se manifiesta preocupado.
«PSA cubrirá el puesto y no tiene por qué pasar absolutamente
nada. Lo único que esperamos todos es que el que venga tenga el mismo
nivel que Javier», afirma Vega.
Sobre el futuro Javier Riera a partir de enero, la Xunta expresó su
buena disposición a que lidere la Sociedad del Conocimiento, llamada
a coordinar todos los clúster gallegos; aunque también cabría
la posibilidad de que presidiese la Fundación Ceaga, que agrupa al clúster
de la automoción, PSA y el Centro Tecnológico de la Automoción,
que será referencia nacional para el I+D+i electrónico. La fundación,
encabezada temporalmente por Antonio Vega, está pendiente de nombrar
un presidente definitivo.