En el año 2004, 362 conductores y 38 acompañantes fallecieron en
accidente de motocicleta en España. Esta alarmante estadística podría
haberse reducido alrededor de un 33% si las motos en las que viajaban hubieran
equipado el airbag.
Se concretaron pruebas con una moto equipada con airbag y otra sin el sistema.
Al finalizarlas, las conclusiones eran claras y obvias de alguna manera. Mientras
que con el airbag, la cabeza y el tórax no impactaron de forma directa
y el conductor salió indemne del choque, sin este elemento sufrió
una fractura de cuello, además de otras lesiones mortales.
Precisamente, la moto sometida a estas pruebas -Honda Goldwing- será
la primera que incorpore el airbag, como opción, a partir de otoño.
El funcionamiento del dispositivo en esta gran turismo japonesa es relativamente
sencillo. Ante un cambio radical de velocidad, un síntoma claro de accidente,
los sensores del tren delantero dan la voz de alarma. La información
se envía a una centralita, que a su vez da la orden a los infladores
de hinchar el airbag. En ensayos adicionales se demostró que el despliegue
del airbag -se hace en apenas 0,06 segundos- tampoco provocó daños
en el conductor, incluso si éste se encuentra en una posición
muy inclinada sobre el depósito.
Lo que por el momento se desconoce es el incremento que habrá que pagar
por incorporar el airbag en la Honda Goldwing, una motocicleta que, sin el airbag,
ya presenta un precio cercano a los 27.000 euros.
De ahí que Honda esté realizando en la actualidad ensayos con
otras motos más económicas -como la Silverwing-, con la intención
de generalizar este dispositivo salvavidas.
Por el contrario, donde este dispositivo no se mostró tan eficiente
fue en la protección de las extremidades inferiores. Tanto en la prueba
con airbag como en el test que carecía de este sistema, el dummy presentaba
unos daños considerables, con una posible fractura en ambas tibias.