Tiene un techo rígido plegable de tres piezas, que tarda 22 segundos en abrirse y 23 en cerrarse. Su funcionamiento es completamente eléctrico, no tiene ningún cierre adicional que haya que manejar manualmente, y se puede abrir o cerrar con el mando a distancia.

Según BMW, «al diseñar la cinemática del techo, también se tuvo en cuenta el desvío programado del agua de la lluvia». Así, se puede abrir el techo sin que caiga agua en el habitáculo o en el maletero. En otros descapotables con techo rígido plegable, el manual indica que no debe accionarse el techo si está mojado.

La versión de gasolina menos potente, denominada 320i, tiene un motor de cuatro cilindros, 2,0 l de cilindrada y 170 CV de potencia. El 320i tiene unas prestaciones y, sobre todo, un consumo muy buenos: alcanza 220 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y tiene un consumo medio de 6,7 l/100 km.

Las versiones «325i» y «330i» llevan dos nuevos motores de inyección directa de gasolina, con seis cilindros, 3,0 l de cilindrada y con 218 y 272 CV de potencia respectivamente. Este motor atmosférico tiene un bloque de aluminio y magnesio. No son los mismos motores que actualmente lleva el Serie 3 Coupé, que tienen inyección indirecta y «Valvetronic». Próximamente, estos nuevos motores serán incorporados en el Serie 3 Coupé.

El 330d Cabrio tiene el motor Diesel de 3,0 l de 231 CV (como el que tiene actualmente el 330d). Acelera de 0 a 100 km/h en 7,1 s, alcanza 245 km/h y gasta 6,9 l/100 km. Es decir, son unos valores peores que los del Coupé y la berlina. Este motor lleva filtro de partículas de serie.

Nueva caja de cambios automática de seis marchas, más dinámica, de conexión más directa al motor y de mayor confort, que proporciona una mayor capacidad de aceleración y un consumo menor.

La carrocería está fabricada con elementos nuevos y poco pesados que hacen confluir dos factores fundamentales en un buen coche: ligero pero contundente. Es decir que el Serie 3 Cabrio tiene un chasis que se muestra eficaz en caso de impacto, pero a la vez es enormemente receptivo y ‘flexible’ en carreteras sinuosas.

La fuerza del motor se transmite a las ruedas traseras, que unida a una suspensión delantera de doble articulación y una trasera de cinco brazos permiten un pleno agarre al asfalta. Además, el centro de gravedad cada vez está más próximo al suelo, aspecto que le coloca entre los mejores de su segmento, y que le imprime una mayor deportividad.

La capacidad del maletero es de 350 litros con la capota echada (440 litros en el Coupé) y de 210 litros con la capota plegada. Aunque los asientos traseros no pueden abatirse dispone de una trampilla para cargar objetos largos, como esquís, por ejemplo.

El nuevo BMW Serie 3 Cabrio incorpora algunos elementos de equipamiento exclusivos, como una tapicería de piel con un nuevo pigmento que refleja los rayos infrarrojos reduciendo el calentamiento de los asientos cuando el coche esté expuesto al sol, o un climatizador con programa específico para conducir a cielo abierto. Esconde, además de los elementos de seguridad comunes a la Serie 3, un arco de protección que se despliega automáticamente por detrás de los reposacabezas de las plazas traseras en caso de vuelco.

Todas las antenas (radio, TV, GPS) están ocultas. Tiene una antena en el techo que se activa en función de si éste está plegado o no. Cuando el techo está guardado en el maletero, unas antenas ocultas en los laterales de la carrocería reemplazan a la antena del techo.

La dirección asistida es hidráulica, con dirección activa opcional. Todas las versiones tienen arranque con un botón en el salpicadero. Las llantas de aleación más pequeñas son de 17 pulgadas (el tamaño de los frenos así lo exige), con neumáticos de medida 225/45 R17, con capacidad para rodar sin presión («RunFlat»). También tiene indicación continua del desgaste de las pastillas de los frenos.