Una vez más, Suzuki Motor Corporation ha puesto su confianza en esta planta para la producción de uno de los modelos más emblemáticos de la marca y con mayor presencia en el mercado.

Este scooter renueva una gama líder de ventas, y le otorga una actitud vial de respeto por el medio ambiente gracias a su nueva inyección de combustible, dotada de cinco sensores (presión de admisión, apertura de acelerador, sonda lambda, temperatura de agua y encendi-do) que consigue superar las mas estrictas normas de contaminación EURO3 y permite reducir el consumo.

Pese a que este prototipo mantiene el mismo nombre comercial que otro que venía desarrollando la factoría hasta ahora y que ha sido uno de los vehículos más vendidos del mercado español, el director general de la planta, Juan Carlos Andrés, explica que el modelo es «totalmente nuevo por fuera y por dentro». La fábrica de Porceyo comercializará esta motocicleta con una cilindrada de 125 centímetros cúbicos, pero también con otra mayor, de 200.

Según Andrés, la puesta en marcha de este proyecto -adelantado por EL COMERCIO en octubre de 2005- supone «una apuesta clara» de la multinacional nipona por la planta gijonesa, ya que el modelo sólo se fabricará en Asturias a escala mundial. No obstante, los mercados a los que se destina esta producción son, básicamente, europeos (Italia, Francia, Alemania y España). El objetivo es fabricar 10.000 unidades en los meses que restan de año y más de 30.000 en 2007.