Desde primera hora de la mañana, el box del equipo Ducati entraba en acción para vivir una importante jornada donde la recién nacida Desmosedici GP7, equipada con el motor de 800 cc, hacía su estreno a manos del piloto oficial del Ducati Marlboro Team.

Nacida de las ideas de Filippo Preziosi y sus ingenieros de Ducati Corse hace algo más de un año, la GP7 ha ido pasando sucesivamente por el tamiz del probador Vittoriano Guareschi, que ha llevado a cabo el primer y fundamental trabajo del proyecto en el circuito de Mugello (la primera salida en pista fue el pasado 2 mayo).

Pasado el mediodía, Loris Capirossi probaba por primera vez la moto que alineará el equipo la próxima temporada 2007. Tras realizar una serie de pruebas de neumáticos con la GP6, Loris ha comenzado a trabajar con la GP7, completando un total de 28 vueltas con la nueva Desmosedici y consiguiendo marcar un mejor tiempo de 1'59"6.

En el box, observando el trabajo de Loris, Vittoriano e Itoh (presentes con sus respectivos equipos en Brno) también ha estado Sete Gibernau. El gran ausente del último fin de semana de competición, ha seguido las indicaciones de los médicos que le han desaconsejado correr durante estos días, pero ha querido ver con sus propios ojos el estreno de la nueva moto. Si todo va como está previsto, Sete volverá a la acción para el próximo Gran Premio de Malasia, que se diputará en el circuito de Sepang el 10 de septiembre.

Capirossi dio 28 vueltas con la GP7 al circuito checo, bajo la atenta mirada de su compañero de equipo Sete: "Ayer me alegró mucho la victoria de Loris. Hoy quería asistir al primer test de la GP7", explicó el catalán.

La conclusión de Loris promete: la moto es más manejable, es divertida y no pudo empezar con mejor pie. Un motor menos potente, pero con un sonido mucho mejor. Grandes palabras del italiano, que como demuestra en cada GP, sigue disfrutando de la moto y con la moto. Ya tenemos ganas de ver en acción este gran aparato, pero todavía hay que esperar a que termine su desarrollo.