Hay marcas que se empeñan en evolucionar sistemas que, más o menos
efectivos, suponen cuando menos un plus tecnológico que les distingue de
sus más directos rivales. Es el caso de la última generación
del sistema automatizado de frenada de Mercedes, el Pre-Safe.
La compañía Mercedes-Benz sacará a la venta, a partir
del próximo otoño, un sistema de frenado pionero en el mercado
automovilístico. Este dispositivo va un paso más allá de
los sistemas de frenado conocidos.
Primero surgió el sistema Distronic, un control selectivo de la velocidad
de crucero que permitía guardar la distancia con el coche de adelante.
Después apareció el Distronic Plus, un perfeccionamiento del
sistema anterior que, gracias al uso de radares y al sistema Bas Plus (advertencia
visual y acústica) podía detener el coche, dentro de ciertos límites.
Ahora, ha llegado el “Pre-Safe”, un sistema que frena el vehículo,
parcialmente y de forma automática, cuando el coche se aproxima a un
obstáculo, incluso si el conductor, después de haber recibido
la señal de advertencia no ha reaccionado con el freno.
Mercedes-Benz ha efectuado múltiples pruebas con el freno PRE-SAFE durante
semanas sobre el terreno y en simulador. Más de 500 conductores han tomado
parte en pruebas reales con este sistema llevadas a cabo en Alemania y Estados
Unidos. En el simulador que Mercedes-Benz posee en Berlín, 70 conductores
realizaron tests de frenado PRE-SAFE durante semanas.
Todas las pruebas simulaban colisiones por alcance. Los resultados pusieron
de manifiesto el aumento de seguridad que aporta el frenado PRE-SAFE en situaciones
que se dan continuamente en el tráfico real. En Alemania, más
del 17% de accidentes con muertos se deben a colisiones por alcance. En Estados
Unidos uno de cada tres accidentes es de este tipo.
A pesar de utilizar todos los sistemas, un tercio de los conductores que pasaron
por el simulador fue incapaz de evitar la colisión, pero la severidad
del impacto con el freno PRE-SAFE se vio reducida en un 40%.