Lleva un nuevo motor Diesel de 2,0 l de cilindrada y 177 CV de potencia máxima. Tiene un turbocompresor variable y filtro de partículas. Está asociado a un cambio manual de seis velocidades. Con este motor, el Altica acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 s y tiene un consumo medio de 5,3 l/100 km.

Tiene un sistema aerodinámico activo patentado por Renault, que sirve para reducir la resistencia al avance. Consiste en un sistema mecánico colocado en el extremo trasero del techo, donde el flujo de aire se separa del vehículo.

Su diseño exterior destaca por sus puertas, que se abren hacia arriba, y por unos faros muy llamativos, debajo de los cuales tiene sendas entradas de aire. Los faros son de diodos, con cuatro modos de funcionamiento: luz diurna, posición, cruce y largas.

Lo primero que llama la atención es el puesto de conducción, que además de estar suspendido sobre cuatro brazos telescópicos, referencia inmediata y clara al esquema de suspensiones propio de la Fórmula Uno, luce un cuadro de instrumentos minimalista, con inspiraciones futuristas y, por si fuera poco, personalizable. La posición "confort" indica la velocidad mantenida en el centro del mismo, avisando en la zona externa de si superamos las velocidades legales, mientras que la denominada "sport" también indica la velocidad real en el interior, pero en esta ocasión en el borde exterior del panel aparece un cuentavueltas digital así como un indicador de la presión de soplado del turbo.

Los respaldos de los dos asientos traseros pueden plegarse y guardarse en el suelo del Altica. De esta forma, este prototipo se transforma en un modelo de dos plazas con un maletero de 1.300 litros. El maletero es muy accesible (gracias a un portón trasero grande y un umbral de carga de 45 cm), y tiene anillas de anclaje de la carga y un compartimento bajo el piso.