La Guardia Civil de Tráfico detuvo el jueves a un vehículo que circulaba
a 260 kilómetros por hora en la carretera A-231, que une León y
Burgos, en un tramo en el que la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros
por hora.
Según informó la Dirección General de Tráfico,
el conductor era un varón de 41 años, que conducía un turismo
Audi A-8.
Los guardias civiles montaron a primeras horas de la tarde del jueves un dispositivo
preventivo de velocidad en la A-231, una autovía de reciente construcción
donde frecuentemente se sobrepasan los límites permitidos, debido a su
trazado llano y con largas rectas.
El cinemómetro de los agentes comenzó a pitar cuando circulaban
por el kilómetro 128 de la autovía, a su paso por el municipio
de Villasandino. Comprobaron que se les acercaba, en sentido contrario, un vehículo
a 260 kilómetros por hora, 140 kilómetros por encima del límite
permitido en ese tramo.
La Dirección General de Tráfico informó de que la «foto»
tuvo lugar a las 17,41 horas de la tarde del jueves en el punto kilométrico
128,800, sentido Burgos, de la carretera A-231 (León-Burgos), en el término
municipal de Villasandino.
Los agentes, que realizaban un control preventivo de velocidad en ese punto,
detuvieron el vehículo para identificar a su conductor. Posteriormente
se instruyeron las diligencias oportunas, por si la infracción fuera
constitutiva de un delito contra la seguridad del tráfico, y las remitieron
al Juzgado número 2 de Burgos.
A más de 254 kilómetros por hora en una carretera de 120, las
sanciones previstas por la Dirección General de Tráfico hasta
la fecha ascienden a 520 euros de multa y un mes de retirada del carné.