Jordi Torras vence en Almería y Rubén Gracia revalida el título.

Espectacular fin de semana de competición el vivido en la última prueba del Nacional de Todo Terreno. Serón ha acogido un esquema de carrera inédito, basado tras la disputa de la habitual prólogo en la jornada del viernes, sobre un circuito de sesenta kilómetros, al que se dieron ocho vueltas el sábado, completando cerca de quinientos kilómetros contra el crono, y cuatro más el domingo, sumado trescientos kilómetros más de especial. En esta ocasión, las paradas en la asistencia han contado también en la lucha contra el crono.

Hasta ocho pilotos tenían posibilidades matemáticas de hacerse con el triunfo en el campeonato, circunstancia inédita en la historia de nuestro automovilismo, y todos ellos han defendido sus opciones al máximo. El sábado tan solo dos se caían de la lista: Font, baja de última hora, y Abril, que rompió el motor de su Polaris. De lo duro del recorrido da buena cuenta el hecho de que tan solo hayan conseguido clasificarse una docena de los más de treinta que tomaron la salida. De hecho, la organización ha suprimido una de las vueltas previstas para hoy por lo destrozado que se encontraba ya el terreno.

Jordi Torras y Álex Roca, auténticos veteranos de la categoría, se han adjudicado la victoria con su Herrator en una actuación basada en su buen ritmo y en no detenerse para nada. El hecho de tener que parar a repostar en la etapa larga al no disponer de autonomía ha obligado a renunciar al triunfo al Ssanyong de Óscar Fuertes y Dani Cué. El podio lo han completado Rubén Gracia y Diego Vallejo a los mandos de una Mitsubishi L200.

Peña y Herrero han entrado cuartos, como primer buggie ligero, por delante de Shanti Guridi. Un puesto más atrás han llegado los hermanos Cámara, consiguiendo así la victoria y el título entre los coches de serie, a pesar de que volcaron el primer día. A continuación se ha clasificado Cristina Gutiérrez.