El año pasado, Márquez se convirtió en el ganador más
joven de la categoría reina en la historia del Campeonato del Mundo al
terminar con 4 puntos de ventaja tras la última carrera del año,
en Valencia. Este año, su deslumbrante defensa del título le ha
visto anotar diez victorias consecutivas en las primeras diez carreras, diez exitosas
pruebas en las que dejó a sus rivales persiguiendo su sombra.
Márquez se perdió los últimos tests de la pretemporada a
causa de una fractura del peroné derecho ocurrida durante un entrenamiento
de 'dirt track' - una de las disciplinas que practica habitualmente- a las afueras
de su Cervera natal, en Lleida. Pero cuando el Campeonato arrancó en Qatar
unas semanas más tarde, el motociclista del Repsol Honda Team demostró
que sería un enemigo difícil de superar este año, ya que
ganó desde la pole en el Circuito Internacional de Losail tras una magnífica
batalla con Valentino Rossi.
En Austin, escenario de su primera victoria en la categoría de MotoGP
el año pasado, Márquez fue igualmente imparable y ganó
por cuatro segundos de margen sobre su compañero de equipo Dani Pedrosa.
Quince días más tarde, añadió otro nombre a la lista
de pistas donde ha salido victorioso al imponerse en el nuevo trazado de Termas
de Río Hondo, en Argentina, tras otra vibrante carrera.
Apenas una semana después, Márquez sumó un nuevo triunfo
frente a los 115.000 aficionados que acudieron a Jerez. Rossi y Pedrosa escoltaron
en el podio al leridano, que continuó su implacable marcha con su cuarto
triunfo desde la pole.
En paralelo a estas actuaciones de principio de temporada, Márquez acordó
un nuevo contrato de dos años con su equipo que garantiza la asociación
con Honda Racing Corporation hasta el final de 2016.
El Campeonato prosiguió en Europa con las rondas en Le Mans y Mugello,
escenarios de dos nuevas victorias del motociclista de 21 años. Pedrosa,
Rossi y Jorge Lorenzo redoblaban esfuerzos pero sin encontrar la manera de frenar
las galopadas del campeón.
Los rivales de Márquez entrevieron una rendija de esperanza en el trazado
de Barcelona-Catalunya, donde el catalán se fue al suelo durante la Q2
y dejó escapar la pole por primera vez esta temporada, calificándose
tercero. Pero en la carrera Márquez se mostró en una forma tan
formidable como siempre y acabó cruzando la línea con medio segundo
de margen sobre Rossi. Poco antes del final salvó una caída cuando
Pedrosa alcanzó su rueda trasera. Fue este último quien se desequilibró
y tuvo que conformarse con la tercera posición.
Dadas sus brillantes actuaciones, a Márquez se le preguntaba cada fin
de semana si se sentía invencible y si podía ganar todas las carreras
de 2014. Él por su parte, insistía en que tenía que estar
preparado para cuando llegara una carrera en la que no pudiera alzarse con la
victoria; su objetivo, reiteraba constantemente, era ganar el campeonato, no
todas las carreras.
Sin embargo, las victorias seguían llegando. Al manillar de su Honda
RC213V, Márquez conseguía ser el mejor cada vez que salía
a correr. Assen supuso un enorme reto por las difíciles condiciones en
que se disputó la carrera, pero fue él quien mejor se adaptó
a la prueba `de bandera a bandera´ y se llevó el triunfo por 6.7s.
sobre Andrea Dovizioso. El éxito en el TT holandés le convirtió
en el primer piloto desde el gran Giacomo Agostini (en 1971) que ganaba las
primeras ocho carreras del año en la categoría reina.
Sachsenring era la siguiente cita, y allí los pilotos de MotoGP volvieron
a correr en condiciones difíciles. Con la pista secándose rápidamente
a la hora de la carrera, gran parte del grupo optó por pasar de la configuración
de mojado a seco después de la vuelta de calentamiento, lo que significó
que tenían que empezar la prueba desde el pit lane. Márquez volvió
a demostrar que era un hombre para todas las circunstancias y una vez más
se llevó la partida, en esta ocasión con una ventaja de 1.5s sobre
Pedrosa.
Esto le permitió llegar al parón de verano con un récord
perfecto de nueve victorias en nueve carreras. Con todo merecimiento, pudo relajarse
en las playas de Tarifa con su hermano Alex y sus amigos durante unos días
mientras en su casillero lucía una saludable ventaja de 77 puntos en
la tabla general.
La diferencia aumentó a 89 puntos cuando la acción se reanudó
en Indianápolis y Márquez se alzó con otra victoria desde
la pole, con Lorenzo y Rossi junto a él en el podio. Ese nuevo éxito
le convirtió en el primer piloto desde Mick Doohan (en 1997) que encadenaba
diez triunfos consecutivos en la categoría reina.
Pero después de todo era humano, como se demostró en la siguiente
cita, en Brno, donde finalmente se interrumpió su racha fenomenal racha
de victorias. Márquez cruzó la meta en cuarta posición,
por detrás del ganador, Pedrosa, y de los dos pilotos que completaron
el podio, Lorenzo y Rossi.
Márquez contraatacó de inmediato y en la siguiente prueba, disputada
dos semanas más tarde en Silverstone, anotó una nueva victoria
después de una magnífica batalla con Lorenzo.
Dos inusuales caídas, en las carreras de Misano y Aragón, le
llevaron a clasificarse en unas aún más inusuales 15ª y 13ª
posición respectivamente. Sin embargo, el corredor de Honda aún
tenía una significativa ventaja de 75 puntos al trasladarse el campeonato
de MotoGP de Europa a Japón para la primera de las tres carreras del
triplete en Asia-Pacífico.
En Motegi ha llevado a cabo una actuación controlada, manteniendo la
calma en su pulso con Rossi y arriesgando en el momento justo, a falta de nueve
vueltas, para situarse en el segundo puesto por detrás de Lorenzo y sumar
los puntos necesarios para retener el título con tres carreras por delante
antes del final de la campaña 2014.