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Después de tres jornadas de verificaciones técnicas y administrativas,
los corredores del Dakar están preparados para enfrentarse a los 8500 kilómetros
de carretera, pistas y dunas que separan Lima y Santiago. Los rivales de Cyril
Despres y de Stéphane Peterhansel están listos para el pistoletazo
de salida.
“Lo importante es participar”, dice el dicho. Claramente es así
en el caso del Dakar, puesto que la mayoría de los pilotos se sentirán
afortunados con llegar a la meta en Santiago dentro de dos semanas. Sin embargo,
algunos campeones no se van a conformar con tan poco. Son ellos los que han
suscitado el entusiasmo del público que ha asistido a esta última
jornada de verificaciones en el distrito costero de Magdalena del Mar. No cabe
duda de que ese es el caso de Cyril Despres que respondía sin ningún
tipo de ambigüedad a la pregunta que se le hacía sobre cuál
era el podio final que pronosticaba al término de los 8.500 kilómetros:
“Yo ocuparé el puesto más alto, ¡y el resto que haga
lo que quiera!”. Más claro, agua. El cuatro veces campeón
considera que concentrarse plenamente en su propio rendimiento es una de las
claves de su éxito. Además, el discurso de los rivales parece
tener el mismo tono. Joan Barreda, por ejemplo, su adversario más temido
en el rally de Marruecos hace algunas semanas comentaba: “Me siento tranquilo.
La ausencia en la carrera de Marc Coma no cambia nada. El objetivo siempre es
ganar y solo significa que hay un contrincante menos. Ahora lo que hay que hacer
es seguir trabajando”. Francisco “Chaleco” López, siempre
“contento de estar en la salida”, disimula sus ambiciones con una
sonrisa, mientras que David Casteu, que ha tomado fuerzas haciendo senderismo
en el Atlas de Marruecos antes de partir para Perú, se siente “emocionado
por participar en mi 10º Dakar. He demostrado de sobra que soy capaz de
terminar esta carrera. ¡Lo que quiero ahora es un buen resultado!”.
En otras palabras, estamos ante un aspirante al podio final.
La pugna por el título de campeón en coches parece estar aún
menos cantada, puesto que los principales interesados hacen gala de moderación
e insisten todos sobre la incertidumbre que genera un reglamento que busca un
mayor equilibrio en el rendimiento. Giniel De Villiers, aspirante a la victoria,
se pregunta sobre “el potencial de todos los buggys que consiguen cada
vez más potencia y que, tal vez, sean los que salen más favorecidos
por el nuevo reglamento”, mientras que el director del equipo Toyota Overdrive,
Jean-Marc Fortin, se pone en la piel de los pilotos y piensa: “Estamos
ahí para fastidiar los pronósticos”. En lo que a los buggys
se refiere, Guerlain Chicherit probablemente admitiría ser del mismo
parecer, aunque haya optado por la divisa directa de “catch me if you
can” (atrápame si puedes) para el lateral de su coche: “Así
me siento. No sé dónde me sitúo pero voy a correr todo
lo que pueda, con miras a mantenerme en los primeros puestos”. También
en dos ruedas motrices, Nasser Al Attiyah coloca bien alto el potencial de su
vehículo nuevo: “Sinceramente… es muy rápido. Pero
no va a ganar por ser rápido”. Su compañero de equipo, Carlos
Sainz, que tuvo que hacer gala de paciencia en su época con Volskwagen,
piensa que el horizonte está un poco más lejos: “Es un coche
preparado para ganar el Dakar, pero no sé si tocará este año.
Nuestro punto débil puede ser la fiabilidad”. No es que los demás
no tengan ganas, pero por el momento los Mini del equipo X-Raid salen como favoritos
legítimos en todos los pronósticos. Stéphane Peterhansel,
que ha sumado nada más y nada menos que 10 victorias en el Dakar, nombra
a su adversario sin dudar ni un instante: “Mi rival es De Villiers”.
Sin embargo, sus compañeros de equipo Nani Roma y Krzysztof Holowczyc
no piensan ceder nada de terreno en esta primera prueba del año. Y no
olvidemos a Robby Gordon, cuyo deslumbrante Hummer deja claro que está
listo para desafiar a los favoritos.
En camiones, Ales Loprais, se alza como posible árbitro de la carrera
y eso que el calendario de la temporada no le ha permitido presentarse con el
vehículo que pensaba preparar: “Vengo con mi fiel y viejo Tatra.
No es el camión más rápido, ni el más potente, ni
el más reciente, pero esperamos poder ganar algunas especiales. Nuestra
mejor arma es nuestro coraje y de eso tenemos más que nadie”.