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Sebastian Vettel volvió a convertir una carrera en un paseo militar. Salvo en las tres primeras vueltas donde Fernando Alonso, merced a una arranque prodigioso, 'saltó' de la cuarta plaza a la primera por el césped, la primera posición del GP de Italia era una utopía para cualquier monoplaza que no fuera el del alemán. El piloto asturiano hizo levantar a los 'tifosi' de sus asientos con su salida y el resto de la carrera trató de conservar su posición con respecto a McLaren. Ante Jenson Button perdió la batalla por la segunda plaza en cuanto se 'calzó' neumáticos intermedios y frente a Lewis Hamilton sí ganó la partida a pesar de que en la última vuelta el inglés estuvo cerca de arrebatarle el podio. "Hay que estar satisfechos" del tercer puesto, indicó Alonso tras la carrera. Además, Jaime Alguersuari fue séptimo, su mejor posición en Fórmula 1 el día en el que el apellido Senna vuelvió a sumar puntos en un Mundial gracias al noveno puesto de Bruno.

Después de la exhibición en Monza, Vettel podría ser campeón del mundo en Singapur si obtiene 13 puntos con respecto a Alonso y 8 con Jenson Button. Mark Webber, cuarto en la general, no pudo acabar la carrera por un golpe con Felipe Massa.

Las lágrimas de Vettel en el podio de Monza fueron consecuencia de una mezcla de recuerdos del pasado con sensaciones del presente y lo que estas significan de cara al futuro. "Nada más cruzar la línea de meta me acordé de mi primera victoria en 2008 (en Monza) y ha sido emocionante ver a tanta gente debajo del podio", reconocía el alemán ante la prensa al ser preguntado por su emoción mientras sonaba el himno alemán.

Red Bull venció en territorio enemigo aunque, por primera vez en la temporada, no logró acabar la carrera con sus dos coches. Teorícamente el de Monza es un circuito incómodo para el RB7, aunque su superioridad es tal que ni sufrió cuando Vettel adelantó a Alonso con parte de su monoplaza pisando el césped. A partir de entonces, casi 50 vueltas de 'relax' para Vettel.

La emoción estaba detrás con un duelo que rozó los límites de la legalidad entre Michael Schumacher y Lewis Hamilton. El británico estuvo detrás del alemán durante las 16 primeras vueltas intentando pasarle y fue uno de los pilotos más inteligentes de la parrilla, Jenson Button, el que adelantó a ambos en dos oportunidades que no desaprovechó.

Con Button en tercera posición (Alonso marchaba por delante) Hamilton continuaba intentando pasar al alemán y este, en unas cuantas ocasiones, cambió su dirección mientras conducía para defender su posición. McLaren se quejó a la dirección de carrera y lo único que Mercedes GP avisó a Schumacher era que dejara espacio en la curva Ascari. En la vuelta 28 Hamilton logró adelantar al alemán.

Con los McLaren mucho más rápidos que el F150º Italia, pronto Button llegó a la altura de Alonso y consiguió rebasarle. Hamilton, que perdió la mitad de la carrera en su batalla con Schumacher, sólo tuvo una vuelta para intentar rebasar al asturiano.