Michael Schumacher está convencido de que sus progresos con el MercedesGP empiezan a ser evidentes después de su alentadora actuación en el Gran Premio de Japón, en el que acabó sexto, pero si encontrar la mejor relación con el equipo.

"Mi coche rindió bien en Suzuka, pero no siempre este año ha sido así. Me han criticado en más de una ocasión a lo largo del año porque no era rápido, pero no se ha tenido en cuenta los problemas que he tenido que que afrontar", subrayó Michael.

El ex campeón germano argumentó que en Japón no tuvo "un coche tan eficiente" como el de Rosberg, debido a que su sistema F-Duct, que da mayor carga aerodinámica, "no era el mismo" y no le aportaba igual velocidad en las rectas

Después del supuesto toque de atención recibido la semana pasada, Schumacher ha conseguido quitarse cierta presión. El siete veces campeón del mundo fue capaz de llevar a cabo en Suzuka una actuación más que convincente, entrando en la Q3 y acabando en ese sexto puesto mencionado, después de presionar a su propio compañero Nico Rosberg, que acabó abandonando por un problema con la rueda trasera.

Inclusive, cuando en la parte final de la carrera la máquina de Rosberg empezó a mostrar problemas técnicos, Schumacher confesó que pidió a su 'box' que le permitieran pasar. "Me contestaron que las órdenes de equipo están prohibidas y que corriese con cuidado", agregó Schumacher

Es más, el Káiser considera que las primeras señales de progreso ya pudieron verse en el anterior Gran Premio de Singapur, hace dos semanas. "Fue una carrera en la que, por la razón que fuera, el rendimiento se redujo significativamente", alegó.

Noticia extraída de: Marca.com