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A pesar de que la Dirección General de Tráfico había informado del punto exacto donde, a partir del 1 de julio, se iban a instalar los radares fijos, ello no ha servido para que los conductores aminoren la velocidad. Según los datos facilitados por el organismo, 109.848 turismos han sido cazados, cuando circulaban a más de 120 kilómetros por hora, el límite permitido en las vías donde se encontraban instalados los citados radares. De ellos, 80.056 iban a más de 140 km/h, y de entre ellos, más de 2.000 superaban los 180 km/h. Según los datos facilitados por la DGT, los radares detectaron un total de 66 turismos que circulaban a más de 220 km/h.
Estos datos han sido dados a conocer por el director general de Tráfico, Pere Navarro, quien ha presentado el operativo especial para atender los más de siete millones de viajes por carretera que se prevén desde las 15:00 horas del viernes hasta las 0:00 horas del lunes 1 de agosto.
Cuando entre en vigor el sistema del carnet por puntos, previsiblemente después de las próximas Navidades, el conductor podría perder entre 2 y 6 puntos, dependiendo del exceso cometido. Los casos en que se superen los 210 km/h serán comunicados directamente al ministerio fiscal por parte de las jefaturas provinciales de Tráfico, al entender que dichas conductas podrían ser constitutivas de delito.
El titular del vehículo que ha sido detectado por el radar superando los límites de velocidad establecidos recibirá en su domicilio una notificación que incluye la fotografía del vehículo infractor y demás datos, solicitándole que indique quién era en ese momento el conductor del mismo.
Después, el titular del vehículo deberá comunicar a la Jefatura Provincial de Tráfico correspondiente los datos del conductor infractor, obligación que se establece en la Ley de Seguridad Vial.
Una vez identificado el conductor, éste recibirá la notificación de denuncia, pudiendo entonces optar por abonar el importe de la sanción, o formular las alegaciones que estime oportunas.
Durante el año 2004 se denunció a 647.000 conductores por exceso de velocidad. El objetivo de este plan es la reducción de la siniestralidad mediante el amedrantamiento y la disciplina en el volante. La DGT pretende reducir un 10% el número de victimas mortales y reducir la velocidad media en la carretera.