Después de rodar durante los entrenamientos libres del jueves y el viernes con buenas sensaciones, se llegaba a los cronometrados del sábado, en los cuales el rendimiento de Lamela bajaba ostensiblemente. Ello venía motivado por una partida de neumáticos defectuosos, no siendo el único piloto al que le ocurría. Eso condicionó el desarrollo de las mangas clasificatorias, finalizando en el cómputo de las dos en la 28ª plaza de los 35 participantes que las completaban.

Ya el domingo se decidía salir al warm-up (entrenamientos libres que se realizan antes de las finales) con neumáticos usados, mejorando notablemente sus cronos. Pero como estos no se pueden utilizar en las mangas definitivas, hubo que cambiarlos de nuevo, montando los que ya estaban marcados por los comisarios técnicos. Es evidente que la situación no mejoró nada, porque en la primera carrera acababa en el puesto 29. Totalmente desmoralizado, Lamela ya no quería participar en la segunda, pero finalmente lo hizo convencido por los miembros de su equipo, terminando así en la 21ª posición tras haber realizado un buen número de adelantamientos.