La Federación Italiana de Motociclismo considera oportuno dar a conocer su opinión, aunque la disputa del Mundial de MotoGP, como todos los mundiales de la especialidad, está bajo los auspicios de la Federación Internacional de Motociclismo.

Muchos comentaristas han dado su opinión respecto a la seguridad del circuito y sobre la conveniencia de parar la carrera, inmediatamente después del accidente.

La FMI considera que la pista de Misano dispone de un elevadísimo nivel de seguridad. El circuito es regularmente homologado, e incluso acoge esta temporada dos pruebas del Campeonato Italiano de Velocidad, la máxima expresión del motociclismo italiano.

Inmediatamente después del accidente, el infortunado piloto fue rápidamente transportado a una zona segura del circuito y el personal médico pudo intervenir en un brevísimo espacio de tiempo, comenzando a aplicarle las curas más oportunas. Una ambulancia estuvo a su vez a disposición para transportar al piloto al Centro Médico del circuito, uno de los más modernos y técnicamente equipados de Italia. Interrumpir la carrera, cuando la pista estaba limpia incluso de los restos que habían quedado sobre el asfalto después del accidente, no habría modificado la seguridad de los pilotos que continuaban en la pista, es más, podría haber retrasado la intervención y la llegada de la ambulancia hasta el lugar del accidente

”El motociclismo es peligroso – comenta el Presidente de la FMI Paolo Sesti – y todos debemos ser consciente de ello. El esfuerzo por mejorar la seguridad de las carreras es continuo, con resultados extraordinarios. En los últimos años se han hecho avances importantes incluso en la configuración de los circuitos: ampliación de las escapatorias, modificación del perfil de los pianos, introducción de la hierba artificial. Quiero expresar mi apoyo y solidaridad con la Dirección del circuito, con todo el personal médico y con la dirección de carrera. La gestión del accidente ha sido ejemplar”

No tiene sentido continuar hablando de mala suerte, es mejor mantener un respetuoso silencio con el que homenajear al piloto que nos ha dejado.