Un cartel de lujo, un trazado espectacular y una organización perfecta
son ingredientes esenciales para el éxito de una competición. Y
la cuarta edición de la Subida Cidade de Vigo reúne todos esos condimentos
para hacer de esta edición la más competitiva de todas. La cita,
que se disputa el sábado y el domingo en los montes de Bembrive y Beade,
promete espectáculo, curvas imposibles y mucho olor a gasolina. La afición
ya está impaciente.
Pocas novedades en el espectacular trazado del circuito de la 4ª Subida
Cidade de Vigo-Gran Premio Concello de Vigo, que se disputa este fin de semana
Beade y Bembrive. La organización trabaja en jornadas maratonianas para
poner a punto el trazado en el que se abarrotarán cerca de 50.000 personas
para asistir a la prueba, que este año contará con un cartel de
lujo en el que no faltarán los coches más punteros del calendario
autonómico.
La cita, organizada por la Escudería Racing Sport y puntuable para el
campeonato gallego de montaña, y que este año estará dedicada
al recientemente fallecido Iván Costa, tiene todos los ingredientes para
convertirse en una de las pruebas de referencia del motor gallego. Poco a poco
ha ido creciendo y en un año de crisis ha logrado sortear un sinfín
de problemas para poner en marcha una competición que promete espectáculo
hasta la última curva.
El trazado consta de unos 4,100 kilómetros y la salida estará
ubicada en el Pabellón de los Deportes de Bembrive, mientras que la meta
se ubicará en el campo de fútbol de San Esteban de Beade, cerca
del Parque Forestal del Cuvi. La única novedad respecto a las ediciones
anteriores es que las verificaciones técnicas estarán ubicadas
en las inmediaciones de la Iglesia de Beade.
En el metro 700 del trazado empiezan las emociones fuertes. Una pronunciada
curva en la carretera de la Capilla Ramallas hará saltar la adrenalina
a todos los amantes del motor que consigan acceder al punto señalado.
"La mejor opción para llegar a este punto es por el Restaurante
Soriano, con dirección al Colegio Chans, y luego continuar todo recto",
indica Álvaro Vila, comisario deportivo de la prueba. Después
de otras dos curvas pronunciadas en el metro 1.000 y en el 1.600 llega el momento
de cruzar el puente de la Autovía Vigo-Baiona, al que habrá que
acceder "caminando" desde el Camino Campeiro, ubicado en el metro
2.500 y cuya visibilidad es mucho mejor. "Hasta Campeiro se puede acceder
por la antigua carretera del CUVI", explica Vila. Una vez pasada la panadería
hay que tomar un ramal a mano izquierda", prosigue.
Vila señala el kilómetro 3,9 como uno de los tramos más
espectaculares. "Todas las horquillas son espectaculares, pero en esta
los pilotos derraparán más que en las demás y será
espectacular", anuncia. La ventaja es que el acceso también será
sencillo hasta el parque forestal, donde habrá ubicada una gran zona
de aparcamiento. "Será la mejor edición de todas porque la
prueba logra consolidarse y la lucha estará mucho más reñida
que en las ediciones anteriores", explica el comisario.
Unas 200 personas velarán para que todo salga a la perfección
entre comisarios deportivos, banderas, seguridad, cronometradores y responsables
de zona. También contarán con dos ambulancias, dos médicos,
la colaboración de Protección Civil y la Policía Local,
además de tener en máxima alerta a todos los hospitales de la
ciudad. Todos los detalles controlados para que la cita vuelva a ser, una vez
más, todo un éxito.