Citröen probará el próximo 10 de julio, en el circuito francés
de Le Mans, su primer prototipo 100% eléctrico de coche de competición:
el Survolt, que recorrerá sus primeros metros sobre el asfalto después
de su puesta de largo en el último Salón del Automóvil de
Ginebra.
El vehículo posee dos motores eléctricos que entre ambos alcanzan
una potencia de 300CV, pudiendo llegar a una velocidad máxima de 260
km/h. Además, Citröen calcula que es capaz de pasar de 0 a 100 km/h
en menos de cinco segundos, y de recorrer el kilómetro, desde parado,
en 22 segundos.
Los motores son activados gracias a dos baterías de iones de litio con
una autonomía de unos 200 km. Cada una de ellas tiene una capacidad de
31 kW y un peso de 140 kilos, y su carga completa tardaría hasta diez
horas con una red convencional de 220V, y dos en caso de conectarse a una alimentación
específica.
El Citröen Survolt también destaca por sus reducidas dimensiones.
Tiene una longitud de 3,85 metros, algo menos que el Citröen C3, una altura
de 1,20 metros, menos que cualquier vehículo de la gama de la marca francesa,
y una anchura de 1,87m. Su carrocería está fabricada íntegramente
en fibra de carbono, y su peso es de 1150 kilogramos, casi 100kg menos que el
buque insignia de Citröen en materia de competición: el C4 World
Rally Car.
La marca francesa continúa con su plena implicación en la competición
deportiva. Además del desarrollo del Survolt, primer coche de carreras
eléctrico, recientemente ha confirmado que la versión deportiva
el C3, el DS3 R3, comenzará a competir a finales de año. A esto
hay que añadir el hecho de estar presente en el Campeonato del Mundo
de Rallyes, donde ha ganado en los últimos seis años y donde es
el único constructor junto a Ford.
((Información sacada de .www.elmundo.es))