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Toyota pagará la multa de 16,4 millones de dólares (unos 12,1 millones
de euros) que le impuso el Gobierno de Estados Unidos por ocultar durante cuatro
meses los defectos en los aceleradores de sus vehículos, según ha
confirmado la compañía en un comunicado. No obstante, el primer
fabricante del mundo ha lamentado que la Agencia para la Seguridad del Tráfico
(NHTSA) haya resuelto el caso con una multa, y niega cualquier violación
de las leyes en materia de seguridad.
Toyota, que ha lanzado una intensa campaña mediática para reparar
el daño a su imagen causado por la llamada a revisión de más
de ocho millones de sus vehículos en el mundo, ha hecho hincapié
en sus esfuerzos para solucionar los defectos de sus vehículos, y ha
insistido en que no los ha ocultado para evitar un problema relacionado con
la seguridad. El Gobierno de EE UU impuso la que se considera la mayor multa
contra un fabricante de automóviles tras acusar a Toyota de conocer el
problema de los aceleradores de su coche híbrido, el Toyota Prius, en
septiembre del año pasado y esperar deliberadamente hasta enero para
hacer la llamada a revisión.
Desde la Administración, el secretario de Transportes de Estados Unidos,
Ray LaHood, ha insistido en que Toyota puso en peligro a los clientes al no
comunicar los defectos en el pedal del acelerador. Así, aunque ha expresado
su satisfacción por la decisión de la empresa de abonar la multa,
anunció que seguirá investigando si Toyota ha cumplido todas sus
obligaciones. LaHood ha recordado que la multa es la mayor impuesta a un fabricante
de automóviles en la historia de la NHTSA, e indicó que es consecuencia
de los defectos en el pedal del acelerador.
Esta decisión de aceptar el pago de la multa no exime a Toyota de responsabilidades
en futuras demandas particulares sobre perjuicios que podría haber provocado
este supuesto comportamiento en usuarios de coches Toyota o Lexus o personas
afectadas, según la misma fuente.
Por otro lado, Toyota ha llamado a revisión en el mercado estadounidense
otros 600.000 vehículos, pertenecientes a la primera y a la segunda generación
del monovolumen Sienna, fabricados entre los años 1998 y 2010. El motivo
de esta nueva campaña a revisión es un posible defecto en los
dispositivos de sujeción del neumático de repuesto, que en casos
extremos puede incluso llegar a desprenderse del vehículo.
Noticia extraída
de: ElPaís.com