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Fernando Alonso salía completamente sonriente de la calificación
del Gran Premio de Singapur. No se sabe si porque el accidente de Rubens Barrichello
(Brawn GP) le había beneficiado o porque el quinto puesto en el que partirá
en la parrilla de mañana (14.00 horas) es mejor de lo que se esperaba en
la escudería del rombo. Lo cierto es que desde Renault se estaban mandando
mensajes muy negativos todo el fin de semana, que se confirmaron con la eliminación
de Romain Grosjean en la primera ronda.
Alonso superó con creces las dos primeras eliminatorias y marchaba en
su vuelta rápida cuando Rubens Barrichello salió de una 'chicane'
cruzado y acabó estampado contra la pared contraria. Era una gran oportunidad
para el brasileño, pues su compañero y líder del Mundial,
Jenson Button, había quedado apeado en la Q2. Sin embargo, el accidente
y una penalización de cinco puestos por haber sustituido la caja de cambios,
le dejan en la décima posición, mientras que Button partirá
duodécimo. Suerte que tiene el inglés, que sin grandes resultados
aún mantiene un cómodo liderato.
Fernando logró el sexto mejor crono, pero la penalización de
Barrichello le permite salir quinto, por la parte limpia y "con una carga
similar a la de mis rivales", según adelantaba el asturiano. Sea
como fuere, la calidad del español en un circuito en el que tomar riesgos
reporta beneficios, por ser un trazado emparedado y muy largo, podría
darle opciones de lograr el primer podio de la temporada. En la calificación
demostró estar muy por encima de su monoplaza una vez más.
El que parece en estado de gracia en las calificaciones es Lewis Hamilton.
El actual campeón mundial logró la tercera pole de la temporada
(tras Valencia e Italia) y tendrá a su lado a Sebastian Vettel (Red Bull)
en primera línea. El alemán estaba batiendo los tiempos parciales
de Hamilton al paso por el segundo sector, pero el accidente de Rubens dio por
acabada la calificación, quitándole la oportunidad de ser el mejor.
Noticia extraída de:
Marca.com