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El Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil
apenas se apartó del guión previsto. Todas las especulaciones apuntaban
hacia la posibilidad de que el gran castigado fuera Flavio Briatore, director
del equipo Renault, y de que la escudería saliera más o menos bien
parada del juicio sumario a que fueron sometidos ayer en París. Y eso fue
lo que ocurrió. Hubo un reconocimiento unánime de culpabilidad,
pero los 26 miembros del Consejo Mundial determinaron que los dos grandes responsables
de que Nelsinho Piquet se accidentara voluntariamente en el Gran Premio de Singapur
de 2008, fueron Briatore y Pat Symonds, director de ingeniería. Renault
salió de la reunión con una suspensión de dos años
para competir en F-1, que sólo se hará efectiva si el equipo recae
en otro incidente de "similar gravedad". Es decir, una especie de amonestación
como la que impusieron hace unos meses a McLaren por haber mentido a los comisarios.
En cambio, Flavio Briatore fue apartado por tiempo indefinido, teóricamente
de por vida, de cualquier relación con el mundo de la F-1 y de todas
las competiciones bajo la jurisdicción de la FIA. "La federación
no reconocerá ningún acontecimiento en el que intervenga el señor
Briatore. Además, prohíbe su acceso a las áreas de jurisdicción
de la FIA. Y no renovará la superlicencia a los pilotos que tengan relación
comercial con Briatore o con alguna empresa asociada con él", señala
la sentencia del Consejo Mundial. La misma penalización, pero sólo
por cinco años, fue decretada contra Pat Symonds.
La sentencia tendrá tantas ramificaciones que va a cambiar la vida de
Briatore. El playboy de la F-1, no sólo perderá su principal escaparate,
sino que deberá desligarse de todos los negocios adyacentes que tiene
en el mundo del motor: es socio de Bernie Ecclestone en la GP2; representa a
muchos pilotos, entre ellos colabora con Fernando Alonso; tiene intereses comerciales
en la F-1; y hasta ayer era el responsable de mercadotecnia y defensor de los
derechos publicitarios de la FOTA (Asociación de Equipos de F-1).
Sin embargo, las implicaciones de la sentencia no acabarán, probablemente,
aquí. Briatore es socio de Ecclestone y de Agag en el equipo de fútbol
de Primera división inglesa Queens Park Rangers. Y, según el reglamento
de esta competición, ningún directivo sancionado en cualquier
modalidad deportiva podrá tener cargos en sus clubes.
Al final, el descaro de Briatore al enfrentarse abiertamente a Max Mosley,
presidente de la FIA, y a Bernie Ecclestone, director y copropietario de la
FOM (F-1 Management), le ha pasado factura. "El mismo Flavio me confesó
que estaba cansado de todo esto y que quería dejarlo", señaló
hace unos días con ironía Ecclestone. "Ahora le facilitaremos
las cosas". Un humor muy británico que a Briatore no debió
hacerle ni la más mínima gracia. El ya ex director de Renault
se convirtió en un personaje muy crítico con Mosley, tanto por
la introducción del KERS como por la drástica reducción
de presupuestos que quería implantar en los equipos de F-1. Fue uno de
los instigadores del campeonato paralelo que propugnaba la FOTA. Y desde su
posición de fuerza en esta entidad, criticó también a Ecclestone
por negarse a dar más dinero de la explotación comercial de la
F-1 a los equipos. Se hizo incómodo. Y, a pesar de su simpatía,
incluso sus amigos le abandonaron.
Briatore, que ayer no acudió a la reunión, no se ha pronunciado
todavía sobre la sanción. Sin embargo, Renault emitió un
comunicado en el que aceptaba la decisión del Consejo Mundial. "Presentamos
también nuestras excusas, sin reservas, a la comunidad de la F-1 por
un comportamiento que consideramos inaceptable", proseguía el comunicado.
"Y, sinceramente, esperamos dejar atrás esta situación para
concentrarnos en el futuro de forma constructiva".
El Consejo reconoció que algunas acciones atenuantes habían tenido
un peso específico en la sentencia: Renault colaboró con la FIA
en la investigación, despidió a Briatore y a Symonds, pidió
disculpas públicas, correrá con los gastos del juicio, y aportará
dinero a proyectos de seguridad. También agradeció la presencia
de Fernando Alonso y ratificó la inmunidad de Nelsinho Piquet cuya carrera,
sin embargo, no podrá salvar. Es difícil que se le vuelva a ver
pilotando un F-1.
El Consejo abrió, por otra parte, la puerta a la mejora de los motores
para igualar al Mercedes, y agregó el Gran Premio de Corea al calendario
de 2010.
Noticia extraída
de: ElPais.com