El sábado a mediodía se disputaban los entrenamientos cronometrados en los cuales Antelo hacía el mejor tiempo de los siete pilotos que componían la parrilla. Ello le dejaba en una inmejorable posición de cara a la manga clasificatoria de esa jornada y así lo constataba desde el inicio, liderando la primera serie desde la salida. Sin embargo en un momento de la carrera y tras una serie de toques por parte de Amador Vidal, este terminaba por superar a Pablo Antelo, que debido al incidente golpeaba su Mitsubishi contra el talud y acababa volcando, situación que le llevaba a abandonar la carrera definitivamente debido a los desperfectos sufridos por el vehículo, preparado precisamente por AR Vidal, la empresa que dirige Ricardo Vidal, el padre de Amador.

Tras el desagradable incidente, Pablo Antelo declaraba que “Amador no debió en ningún momento presionar al borde de una conducción antideportiva ni mucho menos provocar el vuelco, que incluso puso en riesgo mi integridad física. Él no tenía nada que ganar ni que perder en esta carrera, mientras yo me estaba jugando mis opciones al título en la División 1”.

Al respecto Antelo añadía que “con respecto a algunas noticias que se han vertido sobre incidentes personales tras la carrera entre ambos pilotos, afirmo que no ha sido más que una lógica discusión verbal sobre lo que considero una acción antideportiva por su parte y más siendo tu propio compañero de equipo, sin destacar nada más allá que lo visto y sucedido en lo estrictamente deportivo. Como es lógico, después de este desagradable incidente he tomado la decisión de rescindir mi relación con AR Vidal, ya que en ningún momento se ha tenido en cuenta mi situación por parte de ellos en el Campeonato de España”.

Aún con todo lo sucedido, Pablo Antelo pasa a liderar provisionalmente a falta de una prueba la División 1 del nacional de autocross, teniendo el título muy cerca, pues sumando únicamente seis puntos en Miranda de Ebro (Burgos) dentro de dos semanas ya se proclamaría campeón.