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José Lamela acudió el pasado fin de semana a la primera reunión
del Campeonato de España, de las dos previstas este año, con la
sana intención de clasificarse al menos para las finales. El circuito burgalés
de KOTARR, situado en Tubilla del Lago, fue el escenario de unas carreras que
no dejaron un grato recuerdo en el piloto compostelano.
El equipo decidía para la ocasión comprar un chasis FA nuevo,
haciendo lo mismo con el motor Honda que es igual para todos, así como
los neumáticos Dunlop, por lo que la totalidad de inscritos compiten
en igualdad de condiciones. Pero lamentablemente para Lamela el chasis no respondió,
al ser quizá demasiado nuevo y no estar lo suficientemente rodado, sucediendo
algo similar con el motor. Ello implicaba que los tiempos en entrenamientos
no salieran bajo ningún concepto, aún a pesar de que se cambiaba
el motor por uno prestado. Sin embargo la insistencia de Lamela le había
dejado con el 36º mejor tiempo de los 46 pilotos que completaban la sesión
cronometrada.
Si bien en algún momento se pensó en abandonar, finalmente decidían
continuar con el objetivo que quedara alguna esperanza de cara a las dos clasificatorias.
Pero la situación no mejoraba terminando 20º y 18º, lo que
le condenaba a participar en la repesca para intentar el acceso a la final.
La manga comenzaba bien para Lamela, ya que se colocaba líder en el primer
giro. No obstante, estaba claro que el motor seguía sin ofrecer un rendimiento
óptimo, por lo que poco a poco fue perdiendo posiciones hasta quedarse,
casi con la bandera a cuadros a la vista, con la séptima plaza, siendo
los seis primeros los clasificados para la final.
De todos modos esta carrera debe servir para extraer conclusiones positivas
ya que, a pesar de los numerosos problemas, José Lamela estuvo muy por
encima de las expectativas creadas tras los entrenamientos cronometrados.