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"Asumo la culpa porque nos avisaron varias veces y no entramos en razón.
Tengo 15 años y nunca me quitaré esa imagen de la cabeza: ¡la
chica que estaba a mi lado saliendo despedida! Pude ser yo también si no
me llego a tirar a un lado". El relato, firmado por dani-s2000 en uno de
los foros de gzrally.com describe el escalofriante accidente sucedido el pasado
sábado en el rally Sur do Condado, prueba del campeonato gallego celebrada
en Pontevedra.
Minutos antes de atacar una cerrada curva a la derecha, el Citröen Saxo
conducido por Isaac Durán se salió de la carretera y rompió
los latiguillos de los frenos. El piloto volvió al tramo, pero sólo
se dio cuenta de la avería cuando, en una corta recta de bajada, pisó
el pedal para reducir y el mecanismo no respondió. El vehículo
no giró, siguió en línea recta y embistió a un numeroso
grupo de espectadores situados en una zona prohibida. Tres de ellos fueron ingresados
en el hospital Povisa de Vigo, si bien ninguno sufrió heridas de gravedad,
y otros tantos fueron atendidos por magulladuras leves.
"Había tres muertos"
48 horas después del suceso, Fernando Fernández, director de la
carrera, aún transmitía susto, impotencia y, sobre todo, rabia.
"La primera noticia que me dieron es que había tres muertos. Afortunadamente
no ha sido así, pero porque hubo suerte".
A medida que rebobina, Fernández se enciende: "Dan ganas de mandarlo
todo a tomar por el saco. Hay espectadores que nunca obedecen y que, además,
insultan a los comisarios que les indican dónde situarse. La mujer que
está hospitalizada le dijo de todo a un guardia civil que le ordenó
quitarse del lugar en el que estaba. Lo hizo, pero volvió a los pocos
minutos, se sentó en el suelo y el coche le pasó por encima".
Diana A. M., que así se llama la afectada, fue trasladada a la clínica
viguesa en helicóptero con traumatismo en la pelvis y varias magulladuras.
Otro de los ingresados sufre quemaduras provocadas por el tubo de escape y el
tercero, posibles roturas del tabique nasal y de un talón del pie.
La aparatosidad del accidente sembró el pánico entre los espectadores
presentes en el tramo de Arbo y afectó de tal manera al piloto que su
primera intención fue no correr más, al menos en lo que queda
de temporada. "Desde aquí quiero darles muchos ánimos también
a los pilotos, pues tampoco me quitaré nunca la imagen de uno de ellos
llorando en una esquina sin saber qué decirle a la gente que le gritaba",
escribe dani-s2000 en Internet.
"No entiendo que algunos espectadores sean tan energúmenos insiste
el director de la carrera. Después del accidente, por la tarde, algunos
zarandearon a un comisario que les pidió que se cambiaran de sitio. Van
a acabar con los rallies".
Fernández reconoce que, dada la pasividad de las federaciones y de los
políticos nacionales y autonómicos a la hora de poner remedio
a la inseguridad en este deporte, "la única solución sería
una ley estatal que estableciese sanciones económicas para los aficionados
que se nieguen a cumplir las directrices de seguridad".
Aunque el director gallego asegura haber extremado las medidas de seguridad
"la ambulancia llegó en 12 minutos", algunos mensajes de varios
foros, firmados incluso por supuestos pilotos participantes en el rally, señalan
la presencia de aficionados en medio de la carretera tras algún cambio
de rasante."La culpa es nuestra y punto. No volveré a ponerme en
un sitio así, os lo aseguro", concluye el forero.
Noticia extraída
de: Público.es