En una carrera tan larga como las 8 Horas de Lausitz puede pasar de todo. Después de haber firmado el tercer mejor tiempo en los entrenamientos oficiales, Vilariño Motorsport afrontaba con confianza una larguísima prueba en la que la fortaleza mental resultaría imprescindible. Con los tres pilotos del equipo (Andrés, Ander y Ángela) en perfecta sintonía, tan solo un desafortunado accidente, provocado por otro participante, les ha privado de la lucha por la victoria.

La prueba comenzó con Ander Vilariño a los mandos de la Norma M20, quien poco a poco fue utilizando su talento para arañar décimas a sus rivales, dejándole el coche a su padre, Andrés, en primera posición. Sin embargo, la Norma M20 de Boudoul le embestía violentamente al final de recta, comenzando entonces un verdadero suplicio en el que conseguir llegar a la meta era todo
un reto para el equipo.

Con serios problemas de dirección y un coche prácticamente inconducible, Ander, Andrés y Ángela Vilariño exprimieron al máximo su talento para remontar posiciones desde la novena plaza, tras tener que entrar numerosas veces a boxes para, entre otras cosas, soldar alguna pieza del dañado escape e intentar arreglar partes de suspensión y dirección.

El último relevo, con Ander Vilariño a los mandos, ha permitido al equipo escalar hasta la quinta plaza final, un excepcional resultado si tenemos en cuenta las circunstancias de la carrera, plagada de incidentes. Y, como suele ser habitual en estos casos, siempre queda la duda de saber si no hubiéramos estado ante una nueva victoria de Vilariño Motorsport de no ser por este desafortunado incidente, que no hace sino confirmar la dureza de una competición en la que pilotos como Zollinger, Mondolot o Farthé de renombre internacional, luchan por la victoria en durísimas carreras.