Skoda se adentra de pleno en el terreno de los SUV compactos con este nuevo modelo que llega al mercado español en septiembre (inicialmente con algunas variantes 4x4), con el que quiere plantar cara a los modelos de moda, como el Nissan Qashqai, Ford Kuga, Honda CRV o Volkswagen Tiguan. Más adelante se comercializarán las versiones de tracción delantera y con cambio de doble embrague DSG. El Skoda Yeti toma como base la plataforma del Skoda Octavia 4x4, por lo que también está emparentado directamente con otros modelos del Grupo VW, como es el caso del Volkswagen Tiguan, con el que comparte algunas de sus mecánicas y configuraciones.

El Yeti monta motores de última generación de bajos consumos y emisiones. Se trata de dos motores gasolina TSI y tres motores diesel con tecnología common rail. La versión de entrada es un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.2 litros, que ofrece 105 CV de potencia gracias a su propulsor turbo. Este motor está sñolo disponible con tracción delantera.

La otra alternativa de gasolina es el 1.8 TSI de 160 CV con tracción 4x4 con embrague Haldex de cuarta generación. Las tres opciones diesel están confiadas al motor 2.0 TDI common rail con filtro de partículas diesel. Este propulsor está disponible con tres potencias diferentes: 110, 140 y 170 CV.

Fuera del asfalto, la ventaja del sistema de tracción total (mediante un embrague multidisco Haldex) es evidente cuando hay que acelerar sobre una superficie de poca adherencia. El Yeti no tiene reductora pero sí un sistema de ayuda para descender pendientes. Este sistema mantiene la velocidad constante durante un descenso pronunciado (pendiente superior al 10%). La velocidad de descenso viene determinada por la marcha que llevamos engranada (la mínima posible para que el motor no se cale). De este modo, en primera velocidad se puede circular a unos 9 km/h. Este dispositivo también actúa con el cambio en punto muerto (o si el embrague está pisado, evitando de este modo que se pierda el control del coche por un error); en cualquiera de estos dos casos, al velocidad de descenso es de unos 4 km/h.

En función del nivel de equipamiento, las llantas pueden ser de hasta 17” de diámetro. El puesto de conducción es similar al del Roomster. El asiento va alto respecto al piso y la altura disponible hasta el techo es muy grande (un conductor de 2 m de altura cabría sin problemas). El acabado parece bueno, con materiales agradables a la vista y el tacto.

El primer SUV de Skoda se fabricará en Kvasiný (República Checa) y se empezará a vender a primeros de septiembre. La marca tiene unas previsiones de venta de unas 3.200 unidades al año, lo que supone un 5% de la cuota de mercado del segmento.