Tras el dominio incontestable de Jenson Button (Brawn GP) en las dos primeras carreras del año, la parrilla parece haberse democratizado en Shanghai. En este contexto de mayor igualdad, el joven Vettel conquistó su segunda 'pole' tras la que logró el año pasado en Monza (Italia).

Exceptuando a Fernando, Red Bull y Brawn GP dominan la parrilla de salida con sus cuatro pilotos en los cinco primeros puestos, donde una vez más no aparece ningún coche de Ferrari ni de McLaren-Mercedes.

Alonso rodó con un R29 sin KERS, pero con un nuevo fondo que incorpora un difusor al estilo del que ha permitido a Brawn arrasar en los dos primeros grandes premios. Sus mecánicos le robaron horas al sueño para que todo estuviera a punto y el resultado no pudo ser más prometedor: una primera fila que no conseguía desde el último Gran Premio de España y que augura lo mejor para la versión definitiva del coche, que veremos el 8 de mayo en Montmeló. "Todo ha sido gracias al equipo", reconoció Fernando en la rueda de prensa posterior a la calificación.

"Ha sido un fin de semana extraño para nosotros. Teníamos un coche completamente nuevo esta mañana y solamente tres vueltas. Llegábamos a la calificación sin saber cómo iba a responder el coche. Estamos muy contentos, nos da mucha moral a mí y al equipo". "El resultado dentro de esta ronda depende de la gasolina y la estrategia, pero salir en primera línea es algo que no esperábamos, una grata sorpresa" ha comentado Fernando.

Otro equipo que parece mejorar es McLaren. Hamilton y Kovalainen saldrán noveno y duodécimo a los mandos de dos de los tres únicos monoplazas -el otro es el de Heidfeld- que correrán en Shanghai con el KERS, sistema que Ferrari ha descartado. La Scuderia, por cierto, sigue con dudas: Raikkonen partirá desde la cuarta fila y Massa, desde la séptima.