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Una pequeña de seis meses de edad falleció al mediodía de 
ayer a causa de las graves heridas recibidas en el mediodía del pasado 
domingo, durante el desarrollo del V Enduro Cidade de Tui, cuando una moto, a 
toda velocidad, tiró al piloto y se desplazó sola hacia la zona 
del público, golpeando al cochecito donde estaba la menor e hiriendo de 
forma leve a su primo, de año y medio de edad. Ambos bebés estaban 
con sus familiares, procedentes de Ribeira, y sus padres participaban en esta 
prueba como pilotos. Numeroso público estaba apostado a ambos lados del 
tramo cronometrado, donde los participantes demostraban su destreza.
El accidente ocurrió sobre las 12,25 horas del domingo, en el tramo 
  de pista situado en la zona de Alto do Coello, en la parroquia de Randufe (Tui). 
  El piloto de Boiro, D.M.T., aceleró su motocicleta en ese tramo recto, 
  de unos tres kilómetros de longitud. Antes de tomar una curva quiso desacelerar, 
  sin conseguirlo, al trabarse la maquinaria. Debido a ese percance, al parecer 
  por una avería mecánica, la moto tiró al hombre y salió 
  a toda velocidad, yendo a impactar en la zona de público situado en el 
  margen derecho de la pista. Allí atropelló al cochecito en el 
  que estaba la pequeña, hija única, que llevó el principal 
  golpe en la cabeza, mientras su primo resultaba con heridas leves.
Personal de Cruz Vermelha de Portugal fue quien inmovilizó a la niña, 
  antes de que una ambulancia medicalizada del 061 la trasladase al Hospital Xeral, 
  donde ingresó a primera hora de la tarde del domingo en la Unidad de 
  Cuidados Intensivos, en la que permaneció en estado muy grave hasta su 
  fallecimiento, sobre el mediodía de ayer. 
  Julio Solleiro, un testigo del triste suceso que conmocionó a corredores, 
  organización y vecindario, relataba lo que había presenciado: 
  “la moto se volvió loca y se salió sola del recorrido en 
  un tramo recto, yendo a chocar contra el público. Nunca en mi vida vi 
  cosa igual”, describía este vecino de Tui, seguidor de pruebas 
  deportivas. 
La prueba de Enduro contemplaba un recorrido de 30 kilómetros por pistas 
  de trazado irregular, propio de un rally. Participaban más de 80 pilotos 
  de diversos puntos de Galicia y era la quinta edición. Las anteriores 
  se habían desarrollado sin percance alguno. Como en años anteriores, 
  el Enduro cumplía con todos los requisitos, según confirmó 
  el jefe de la Policía Local de Tui, José Ramírez, y se 
  constató desde el Concello.
Portavoces de la organización, que permanecieron en todo momento junto 
  a la familia, declinaron hacer cualquier tipo de comentario sobre este triste 
  suceso que atribuyen a un lamentable “accidente fortuito”.
Espectadores situados a ocho metros de la cinta de seguridad 
  La jefatura de la Policía Local y el mismo alcalde de Tui, Antonio F. 
  Fernández Rocha, confirmaron que “la prueba cumplía con 
  toda la normativa”. El público “estaba apostado a ambos lados, 
  a ocho metros de la cinta de seguridad”, explica la Policía.
  De hecho, como describió el portavoz del Grumir de Tui “los accesos 
  a la zona del accidente estaban libres y la ambulancia medicalizada pudo llegar 
  en un tiempo mínimo” al lugar, donde también acudió 
  la Guardia Civil.
El regidor municipal expresaba ayer su pesar “lamento inmensamente este 
  accidente. Apoyamos a los familiares y nos solidarizamos con Moto Club Randufe, 
  organizador del Enduro”. Señaló que “todo parece indicar 
  que el accidente fue debido a un fallo mecánico. En todo caso, se intentará 
  evitar que estos sucesos vuelvan a pasar. Si se puede, mejoraremos la seguridad, 
  aunque se sabe que se han cumplido las normas”.
  El domingo divertido y ameno que esperaban disfrutar los aficionados a este 
  deporte, siendo respetuosos con el medio ambiente, como puntualiza la organización 
  en la nota informativa sobre esta prueba, se convirtió en una jornada 
  de duelo en la que se demostró la unión y hermandad existente 
  entre los deportistas, que arroparon en todo momento a los familiares quienes 
  pidieron la máxima discreción en respeto al gran dolor que están 
  padeciendo.
La población tudense estuvo pendiente del estado de la niña, 
  hasta que se conoció el final, un hecho previsto por la gravedad de las 
  lesiones.
Noticia extraída 
  de: FarodeVigo.es