La asociación de equipos (FOTA) emitió un comunicado en el que anunciaba que el nuevo sistema para decidir el campeón del mundo (el que lograse más victorias) vulneraba el propio Código Deportivo Internacional de la FIA. Y más concretamente el artículo 199, epígrafe C. En dicho punto se exige al menos un plazo de veinte días entre la publicación del cambio del reglamento y el inicio del campeonato. La decisión del Consejo Mundial fue el 17 de marzo y el comienzo es el 29, en Australia. Y tampoco cumplía el procedimiento del apéndice quinto del reglamento deportivo que rige la F-1 y el artículo 199 epígrafe D, en el que se permiten los cambios si hay un acuerdo unánime entre los participantes, lo que no se cumple.

Las escuderías y la mayoría de los pilotos, incluyendo a Alonso, mostraron su total rechazo a la nueva norma, lo que ha llevado a la FIA a dar marcha atrás y a emitir un comunicado en el que afirma que si, "por cualquier razón, los equipos de Fórmula 1 no están de acuerdo con el sistema, su puesta en marcha se aplazará hasta 2010".

Todos los pilotos han alzado la voz para criticar esta nueva norma. El vigente campeón, Lewis Hamilton, ha asegurado que "es una vergüenza lo que está atravesando la Fórmula 1. Es duro creer que estas recientes decisiones mejoren las cosas para los espectadores, que siempre deben ser nuestra prioridad, pero supongo que tenemos que esperar y ver qué ocurre".

Por su parte, Fernando Alonso ha puntualizado que "no entiendo la necesidad de cambiar las reglas de este deporte constantemente". Su jefe de equipo, Briatore, sí se mostró favorable al nuevo sistema de puntuación, ya que considera que añadirá "motivación extra" a los pilotos.