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José Miguel Martínez Barreiro, Bamarti, volvió ayer por sus
fueros al adjudicarse el XV Rali do Cocido, segunda prueba puntuable para el campeonato
gallego de asfalto, que se disputó por las carreteras de Lalín,
Rodeiro y Agolada. El piloto de la Escudería Estradense, alejado de la
competición la pasada temporada y ex campeón gallego de la especialidad,
rompió todos los pronósticos iniciales colocando su Peugeot 306
Kit Car por delante de los Mitsubishi Evo de Fernando Rico y Alberto Meira, segundo
y tercero respectivamente en el podio, y supo sacar provecho del abandono de Pedro
Burgo en la segunda pasada del tramo de Carmoega por una avería en el motor
de su Evo VII.
La carrera transcurrió sin incidentes de mención, y la Escudería
Lalín-Deza, organizadora de la prueba destacó el buen comportamiento
de los más de 40.000 aficionados llegados hasta la comarca de Deza durante
toda la jornada. El amplio despliegue de seguridad garantizó la tranquilidad
durante los cinco tramos de una carrera dura y selectiva para los casi 130 pilotos
inscritos.
Los dos tramos de la mañana (Monte do Faro y O Couto) resultaron decisivos
para el desenlace final del rally. En ambos, la lucha se planteó entre
Burgo y Bamarti, seguidos siempre muy de cerca por Meira y Rico. A pesar de
haber sido neutralizados los dos trechos, la clasificación provisional
hasta la segunda pasada por O Couto dejaba a Burgo con una ventaja de 55 segundos
sobre un Bamarti que desde el banderazo de salida se erigió como el único
capaz de hacerle sombra al piloto de la Escudería Miño-Lugo a
pesar de sus problemas con el alternador de su 306. Uno de los nombres que aparecían
en las quinielas previas al rally dezano, Luis Vilariño, se vio obligado
a dejar la prueba por problemas mecánicos en la segunda pasada por el
Monte do Faro.
La sesión vespertina del Rali do Cocido 2009 comenzó con un ataque
demoledor de Bamarti, que literalmente “voló” en la primera
pasada por Doade, sacándole unas milésimas a Burgo suficientes
para ponerse por delante en la clasificación provisional. El hasta ayer
segundo clasificado en el gallego de asfalto dejó el camino expedito
a Bamarti en la primera pasada por el tramo de Carmoega, de algo más
de 11 kilómetros de longitud. El Mitsubishi de Pedro Burgo consiguió
terminar el trecho pero se paró definitivamente en la línea de
meta.
Con la llegada de la noche, los tres primeros del Rali do Cocido apostaron
por levantar el pie del acelerador y mantener las diferencias sobre sus perseguidores
para asegurar las respectivas posiciones. Las segundas pasadas por Carmoega
y Saborida pusieron a prueba la pericia en la conducción de los mejores
del autonómico. Al final, se pudieron mantener los puestos establecidos
al inicio de la tarde y el público pudo disfrutar de la espectacular
conducción nocturna de los mejores pilotos gallegos de la especialidad,
sobre todo en la parroquia lalinense de Vilatuxe, uno de los lugares con mayor
concentración de aficionados de toda la carrera.
Noticia extraída
de: FarodeVigo.es