Ulrich Eichhorn, ingeniero de Bentley Motors, estará a cargo de exponer, el próximo 22 de enero, en una conferencia que será llevada a cabo en la fundación Sir Henry Royce, el progreso que ha tenido el motor de ocho cilindros en V, desde su aparición en la marca en 1959.

Hoy podemos decir que han pasado nada más y nada menos que 50 años desde que el fabricante inglés introdujese el famosísimo propulsor V8 estrella de la marca en aquel S2 Continental. Y desde luego, parece mentira que a día de hoy siga usándose y exprimiéndose como uno de los mejores.

En este medio siglo de vida se destaca la manera en que el diseño original fue preservado, incorporando las evoluciones tecnológicas conforme pasa el tiempo. En su longeva vida el aumento de potencia y torque asciende, con estas innovaciones, a más de un 150%, siempre manteniéndose dentro de las regulaciones anticontaminantes de las diferentes épocas; de estos avances se responsabiliza en gran parte a la inyección electrónica y a la sobrealimentación por medio de un turbocompresor.

La firma con sede en Crewe (Inglaterra) se muestra orgullosa por el diseño, del que afirman que es un ejemplo de diseño bien hecho que ha sido evolucionado a lo largo del tiempo, hasta llegar a los 530 caballos.

El primer modelo de la distinguida marca inglesa en hacer uso de un V8, fue el Bentley S2 en el año de 1959. Años más tarde en 1968, el desplazamiento de la máquina aumentó hasta llegar al tradicional tamaño de 6.75 litros; el mismo que se emplea hoy en día en combinación con los turbo compresores enfriados por aire, y que se equipa en los nuevos modelos Bentley 2009: el Brooklands Coupe, el Arnage, y el Azure convertible.