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El motociclista francés Pascal Terry, de 49 años, ha sido hallado
muerto en la madrugada de hoy en un terreno donde se disputó la segunda
etapa del rally Dakar, han informado fuentes de la organización.
Según los organizadores, "el piloto se encontraba en un lugar de
muy difícil acceso en medio de una vegetación muy densa, a unos
trescientos metros de su moto". "Se quitó el casco y se protegió
en la sombra, junto con agua y alimentos que fueron encontrados cerca de él",
explica el comunicado que hizo público la organización de la prueba.
La policía argentina ha abierto una investigación para determinar
las causas de la muerte. El cadáver será sometido a una autopsia
para determinar la causa del fallecimiento. El piloto francés formaba
parte del equipo Yamaha junto a su compatriota Pascal Gibert.
Fuentes de la organización del Dakar informaron de que Terry había
avisado que tenía problemas de combustible en su moto, según un
mensaje que mandó por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que
llevan todos los competidores cerca de las 17.00 horas locales (19.00 GMT) del
domingo.
Una hora después de ese aviso y a falta de una respuesta de Terry a
un mensaje de los organizadores de la carrera, se dio una alerta para la búsqueda
del piloto, en la que intervinieron socorristas y agentes de las fuerzas de
seguridad argentinas, apuntaron.
El director de la prueba, Etienne Lavigne, ha lamentado el trágico suceso
y dio las primeras explicaciones. "La muerte de Pascal ha ocurrido hace
días. Hubo un problema con el sistema de comunicación los días
4 y 5 de enero. Hay cosas que no tienen explicación. La información
de emisión de la baliza satelital llegó a París el día
4 y nosotros la recibimos el día 5", reconoce.
La muerte de Terry es la vigésimo sexta de un piloto en el prestigioso
'raid', desde su creación en 1979. En 2007 fallecieron dos corredores,
el también francés Eric Aubijoux y el sudafricano Elmer Symons.
Un año antes el Dakar se cobró la vida del australiano Andy Caldecott.
El rally ha sesgado las vidas de medio centenar de personas en total, entre
ellos el creador del mismo Thierry Sabigne, que falleció en un accidente
de helicóptero en 1986, el año más negro con siete fallecidos.
Además, en 2006 dos niños murieron al ser atropellados por sendos
vehículos, son las últimas víctimas civiles.