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Fernando Alonso está imparable. En su quinta carrera de la temporada, el Gran Premio de España disputado ayer en Montmeló, firmó su quinto podio. Fue segundo, tras una heroica carrera que disputó lastrado por problemas en su neumático trasero izquierdo, y aumenta su ventaja al frente del mundial, en el que se cuela como enemigo a tener en cuenta Kimi Raikkonen, piloto de McLaren Mercedes triunfador en el circuito catalán.
Raikkonen, quien partió desde la primera posición, consiguió su primer triunfo de la temporada superando a Alonso, que ha despertado la pasión dormida de España por el automovilismo, aunque esta vez tuvo que conformarse con la segunda posición frente al 'Hombre de hielo'.
Al tercer escalón del podio subió el italiano del equipo Toyota, Jarno Trulli; en cuarta posición se clasificó el otro Toyota, el de Ralf Schumacher, seguido por Giancarlo Fisichella (Renault), Mark Webber (Williams BMW), Juan Pablo Montoya (McLaren Mercedes) y, último en los puntos, David Coulthard (Red Bull Cosworth).
La estrategia de Ferrari parecía ser la misma que la de San Marino: repostar los últimos; de hecho, Barrichello fue el último en entrar. Pero la escudería italiana tenía reservada una sorpresa a sus rivales: había previsto que Michael parara al final para poner muy poca gasolina y hacer un 'sprint' final de acoso al segundo puesto que ocupaba Alonso.
Todo anunciaba el duelo de Imola repetido, pero Michael pinchó su neumático trasero izquierdo, lo que le obligó a ralentizar la marcha e ir hasta los boxes para cambiarlo.
El reglamento permite cambiar neumáticos en caso de pinchazo. Al volver a la pista casi choca con Montoya, pero la mala suerte se cebó con él y pinchó la rueda delantera del mismo lado izquierdo. Con Barrichello en la undécima posición, Ferrari tenía muy difícil el conseguir algún punto en Montmeló. Un gran premio para olvidar por parte de los italianos.
Montmeló, según cifras oficiales, se llenó con 115.900 aficionados que se volcaron con Alonso. Desde primeras horas de la mañana, los cánticos asturianos fueron la única música que pudo oírse en el circuito catalán, y cuando el piloto asturiano cruzó bajo la bandera a cuadros, un clamor estalló como si hubiera ganado.
Dentro de quince días, la Fórmula 1 va a Mónaco, donde el jueves 19 de mayo se disputará la primera sesión de entrenamientos.