Hamilton calló todo el fin de semana e hizo oídos sordos, pero con el calor de la victoria, el champán y las celebraciones del equipo, sacó al karateca (es cinturón negro) que lleva dentro. "Cuando alguien ha estado ganando y entra otro piloto y asume el control de la situación, por supuesto que no se puede estar demasiado feliz", confesó, según 'Autosport', en el paddock. Presumiblemente fueron declaraciones a la prensa inglesa, ya que no trascendieron.

"No hay nada que pueda hacer sobre eso, excepto seguir siendo positivo", continúa Lewis. "Él (Alonso) era un doble campeón del mundo, vino a un equipo y fue derrotado por un debutante. Yo no estoy aquí para verme envuelto en juegos psicológicos, ni para fastidiar a nadie. Estoy aquí para correr, ser competitivo y empujar a todo el mundo hasta su límite, sea con gente de mi equipo o con otros pilotos. Eso es de lo que van las carreras de coches".

Quiere disfrutar... y ganar
Hamilton reflexiona sobre el papel que tuvo con Fernando el año pasado y se coloca en el supuesto contrario. "Si a mí me viniera un nuevo a desafiarme y me diera el momento más duro de mi vida, yo no voy a odiarle, sino simplemente intentaré hacerlo aún mejor para volver a estar delante. Yo no estoy en este deporte para hacer amigos, estoy aquí para tener éxito, para hacerlo lo mejor posible y ser competitivo, para ganar el campeonato del mundo y disfrutar de mi carrera en la Fórmula 1 por el camino".

El líder del Mundial, al que le basta ser quinto para ganar el título dentro de quince días en Brasil, se defendió de las acusaciones por su pilotaje agresivo pasando al papel de víctima: "Estoy aquí, tan fuerte como siempre, ya levanté las manos y admití mi error en Fuji. También le pedí perdón al equipo y ahora miramos hacia delante juntos. Lo más importante es estar concentrado en mi trabajo, ya que estar optando al campeonato del mundo de nuevo es fantástico sólo en mi segundo año en Fórmula 1".

Le pasa por ser tan bueno
Hamilton insiste en que todo esto ocurre con él porque es un ganador que está en el mejor equipo, y la gente se fija en todo lo que hace desde que se vinculó de niño a Mercedes. Flavio Briatore, que le acusó en China de creerse un marciano o Muhammad Ali sin haber ganado un título, y de no haber aprendido nada de lo que pasó en 2007, se disculpó luego por sus palabras. No fue el único que le criticó, casi todos los pilotos en público o en privado hablaron de sus acciones.

"Tienes que preguntarte a ti mismo por qué está ocurriendo todo esto", afirma Hamilton. "Es porque soy competitivo, un ganador. Mucha gente ha estado en Fórmula 1 mucho más tiempo que yo, que llevo aquí muy poco tiempo y en un gran equipo. Toda mi carrera he estado en esta situación, la gente quería asociarse con McLaren-Mercedes, pero yo era el único en esa situación, es sólo una parte del juego", confiesa.

Hamilton, que visto lo visto no escuchó a Fernando reconocer el domingo en el circuito de Shanghai que se merecía el título mundial, añade finalmente: "Si estuviera al final de la parrilla nadie estaría diciendo nada sobre mí o mi pilotaje. Así es como es esto. Es como con Michael Schumacher o Damon Hill; cuando eres un ganador, cuando lo estás haciendo bien, ése es el juego", concluye.

Noticia extraída de: Marca.com