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El circuito nocturno y urbano de Marina Bay en Singapur hizo realidad el sueño
de Renault más impredecible, ver a Fernando Alonso en lo más alto
del cajón.
Fue una carrera en la que no faltaron incidentes, concentrados casi todos ellos
en el último momento, cuando Alonso mantenía en vilo los nervios
por un Mundial que a falta de tres citas parece que se cubrirá con la
bandera británica.
El accidente de Piquet cortó la respiración a los espectadores
del Gran Premio a la vez que daba una nueva personalidad a la carrera relanzando
a su compañero y al piloto asturiano camino de la meta.
El piloto de Renault no desperdició la dosis de fortuna que significó
la salida a la pista del coche de seguridad por el accidente de su compañero
de equipo y exhibió todo su talento en el exigente circuito urbano.
Sólo Fernando y Kubica pusieron emoción a la salida. La buena
tracción de los Ferrari no dejó lugar a los adelantamientos y
mientras el trío de cabeza se mantenía sin cambios, el asturiano
inició el ataque desde la decimoquinta posición, apurando la frenada
y saltándose la primera chicane. Coulthard, Webber y Button fueron sus
víctimas, y desde la duodécima plaza insistió en una carrera
monótona hasta que Nelsinho Piquet inició la revolución.
Lo demás fue cuestión de suerte. Sin duda, Singapur guardaba sorpresas.
En la vuelta 14, el compañero de filas del español patinaba hasta
estrellarse contra el muro y obligaba al safety car a hacer su primera aparición
del fin de semana, pero Alonso ya había realizado su primera parada en
boxes.
Alonso, quien largó desde la decimoquinta posición, cumplió
una brillante actuación en la primera carrera nocturna en la historia
de la categoría y terminó escoltado por el alemán Nico
Rosberg, de Williams, y por Hamilton, de McLaren, en los tres puestos del podio.
Cargado de combustible y con los neumáticos adecuados para el resto
de la carrera, Alonso exhibió su casta de campeón del mundo para
ganar el vigésimo Gran Premio de su carrera y el primero en un año.
Massa, partiendo desde el primer puesto, controló cómodamente
la primera parte de la carrera hasta el accidente de Piquet. Cuando le suministraban
combustible y cambiaban los neumáticos en los pits, el brasileño
recibió la luz verde antes que los mecánicos sacarán la
manguera, que quedó enganchada en el auto. Massa tuvo que recorrer toda
la zona de los pits, detenerse antes de reincorporarse a la pista y esperar
a sus mecánicos para que retiraran la manguera. Como si no fuera suficiente
castigo el pasar del primero al último puesto en segundos, Massa recibió
una penalización por cruzarse en el camino de Adrian Sutil cuando el
piloto de Force India entraba en los pits.
"Ganar una carrera saliendo decimoquinto en un circuito urbano y de noche
no lo esperaba", dijo el piloto de Renault. A Alonso esta victoria le "sabe
bien porque es inesperada". "Es como cuando el Numancia gana al Barcelona
o al Real Madrid. Es algo que no se espera; algo que la afición y los
jugadores disfrutan más que en obtener otras victorias", dijo. "Lo
mismo pasa en la Fórmula 1: cuando hay monotonía y siempre ganan
los mismos, si hay una variación en esa monotonía los triunfos
saben mejor, y nos ha tocado a nosotros ser los protagonistas", agregó.
Ninguno de los Ferrari pudo sumar puntos, ya que el actual monarca de la categoría,
el finlandés Kimi Raikkonen chocó y tuvo que abandonar. Ahora
el nórdico se ubica a 27 puntos de Hamilton y quedó prácticamente
descartado de la lucha por el título, Massa ahora se encuentra a 7.
Ferrari también perdió el liderazgo en el Campeonato de Constructores
a manos de McLaren, por un punto.
Alonso no cree que este triunfo vaya a afectar a su futuro: "En absoluto.
Igual que la avería de la calificación. Siempre he dicho que la
primera prioridad es estar en Renault. Cuando vine aquí el año
pasado fue porque creo que pueden hacerlo bien. Este año ha salido regular,
pero no va afectar ni la avería, por pensar que te haya decepcionado
el equipo, ni por ganar, para renovar con ellos de por vida. No cambia de un
día para otro, es una decisión más meditada", dijo.
Y para rematar el piloto de Renault ha explicado que no recuerda haberse golpeado
el pecho tras salir de su monoplaza: "Son gestos que te salen de dentro
y que no recuerdas haber hecho, como ayer, cuando me vi en la tele haciendo
el gesto de desesperación tras la avería. No sabes explicar por
qué lo has hecho".