Alonso partió en segundo lugar tras Raikkonen, hasta que el finlandés abondonó. Alonso dijo en la reuda de prensa posterior que "siempre tuve la esperanza de ganar. Después de retirarse Raikkonen sólo tuve una imágen de la carrera: era ganar. Estaba preparado para luchar en la última curva y ganar en Ímola".

Alonso se puso al frente cuando Kimi Raikkonen se retiró después de dar sólo ocho vueltas por un problema mecánico sin poder aprovechar el partir en el primer lugar en la parrilla de salida.

Schumacher arrancó en la séptima fila, después de que en las pruebas de calificación se salió de la pista. Pero luego de avanzar gracias a su estrategia en los boxes, el teutón rebasó a Jenson Button a falta de 15 vueltas, dejando todo listo para el dramático final. Alonso, quien no se dejó intimidar por la presión, mostró tres dedos en frente de la cámara de televisión colocada en su bólido como señal de su tercera victoria tras las conseguidas en Malasia y Bahrein.

Fue la cuarta victoria en la carrera de Alonso, quien a sus 23 años está llamado a ser el próximo gran piloto de la F1 tras Schumacher, el siete veces campeón mundial, mejoró considerablemente con respecto a las tres carreras previas, en las que sólo pudo completar una.