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Este fin de semana se disputa el Gran Premio de Italia y el mercado de la Fórmula
1 podría desatrancarse. La última prueba de la temporada en Europa
suele ser el lugar elegido por los equipos del 'Gran Circo' para ponerle caras
a los hombres que llevarán sus monoplazas el año siguiente.
Fernando Alonso sigue dándole vueltas a la cabeza, junto a sus asesores,
sobre dónde estará la temporada 2008-09. En principio, tiene contrato
con Renault. Además, según afirmó en su día sin
cláusula alguna que le permita abandonar el equipo. Aunque, eso sí,
el asturiano también ha dejado claro en alguna de sus manifestaciones
que, "como vimos el años pasado, los contratos siempre son muy flexibles".
En los mentideros del paddock se habla, y con fundamento, de que Alonso tiene
un precontrato con BMW que vence antes del GP de Italia, que es el próximo
día 14 de septiembre. Esa debe ser la fecha límite para decidir
su futuro y saber si entrará en Ferrari en 2010, sustituyendo a Raikkonen,
o se irá a BMW por tres años. La pelota está en el tejado
de Fernando que debe decidir lo que es mejor para su futuro, y no es fácil
la decisión.
En la escudería italiana no están demasiado contentos con su
teórico primer piloto, Raikkonen, que ha hecho de la irregularidad su
bandera. Ha ganado carreras, sí, y un Mundial -aunque más por
demérito de Hamilton y Alonso que por la temporada de Kimi-, pero también
ha sumado demasiadas averías, accidentes, salidas de pista... No es fiable.
Si Ferrari decide cortar por lo sano, Fernando Alonso sería el elegido
y el asturiano ya lo ha dejado claro. "Si Ferrari me quiere, me tendrá".
Al despacho que gestiona los futuros de Alonso llegan con cuentagotas los informes
requeridos. El vuelco en el reglamento para 2009 genera expectativas y Alonso
quiere saber por dónde irán los tiros de unos y otros. Se correrá
con neumáticos lisos, la aerodinámica se limitará al 50
por ciento -desaparecen los elementos del chasis y sólo se mantienen
los alerones delantero y trasero- y aparece el KERS, el sistema de recuperación
de energía que da potencia extra. «Con tantos cambios, hay que
ver cómo lo llevan los equipos y qué tienen hecho», dice
Alonso sin tapujos.
La escudería mejor situada es BMW-Sauber. Este año ya hicieron
doblete en Canadá y durante la primera mitad del año fueron los
únicos que pudieron hacerle sombra a los intratables McLaren y Ferrari.
Sin embargo, en los últimos Grandes Premios han desaparecido de los puestos
nobles y, por tanto, verían con muy buenos ojos la llegada de Fernando
Alonso para impulsar el proyecto. El polaco Robert Kubica está confirmado
para el año que viene, así que el sacrificado sería Nick
Heidfeld, que además está negociando la renovación de su
contrato. "En principio íbamos a anunciar nuestros pilotos en agosto,
pero hemos retrasado nuestro anuncio, ya que no se trata de ser los primeros
en anunciar los pilotos, sino en tomar la decisión correcta", reconoce
el director del equipo germano.