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Tráfico dispone desde este verano de 190 radares fijos más
para vigilancia de la velocidad
El principal objetivo del plan es reducir la siniestralidad en
las carreteras españolas.
La velocidad aparece como factor determinante en al menos el 27%
de los accidentes mortales.
A 29 de julio de 2008 el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba,
ha informado hoy del dispositivo previsto por la Dirección General de
Tráfico para la operación especial de salida del 1 de agosto.
En el operativo se incluyen 190 radares fijos más en las carreteras españolas
durante este verano para el control y vigilancia de la velocidad.
Se han ultimado 190 instalaciones de cabinas-radar por las que se irán
rotando los 82 equipos de medición. De estas instalaciones, 130 están
situadas en carreteras convencionales, 56 en autovías y 4 en autopistas.
La entrada en servicio de nuevos puntos fijos de control de velocidad se realiza
una vez que el Centro Español de Metrología emite el certificado
de homologación y verificación de funcionamiento de cada uno de
los equipos.
Esta serie de radares constituyen la tercera fase del plan de instalación
llevada a cabo durante el pasado año, cuya característica principal
radica en que la mayoría de los puntos fijos de control de velocidad
están ubicados en carreteras convencionales, vías donde la siniestralidad
es mayor. El objetivo es reducir los grandes excesos de velocidad, la velocidad
media de circulación en carretera y con ello el número de accidentes
y víctimas.
En el 2005 la velocidad media fue de 116,7 km/h, mientras que en 2007 dicha
velocidad media fue de 113,8 km/h, es decir, un descenso del 3 km/h desde la
puesta en marcha del plan de radares. Asimismo, descienden los grandes excesos
de velocidad; el porcentaje de vehículos detectados por los radares en
autovías que superaban los 140km/h ha pasado del 7% en el 2005 al 1%
en el 2008.
PLAN DE RADARES FIJOS
El Plan de Radares Fijos 2005-2007 finaliza habiéndose instalado 521
puntos fijos de control de velocidad (cabinas) y 281 radares instalados en aquellos
tramos de carreteras considerados puntos “sensibles”, bien porque
la velocidad sea la causa principal de los accidentes o porque en dicha zona
o en sus proximidades se haya producido una concentración de accidentes.
A estas dos condiciones hay que sumarle la necesidad de que en dichos puntos
existan las condiciones técnicas y las circunstancias favorables para
su correcto funcionamiento.
La ubicación de los puntos de control de velocidad se realiza a propuesta
de una comisión formada en cada provincia, formada por representantes
de las Jefaturas Provinciales de Tráfico, titulares de las vías
y los Subsectores de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.