Rossi y Gibernau protagonizaron un final de carrera de infarto, con constantes adelantamientos en la última vuelta. La mejor posición era para Sete, quien llegó a la siempre comprometida última curva de Jerez por el lado bueno, pero Valentino no se acobardó, por dentro y con el pie en el suelo, metió su moto y adelantó al español quien se salió de la pista. Gibernau se tuvo que ir a la grava para controlar su Honda y desde ahí regresar, afortunadamente sin perder el segundo puesto, pero con un enfado monumental.

Rossi señaló que: “si Gibernau hubiese seguido su trayectoria no hubiese habido problemas", "ha sido un adelantamiento difícil, como también los hace él". "Nosotros corremos en moto, es nuestro deporte. Podríamos hacer como en la Fórmula 1, en la que nadie se adelanta, pero así no son las cosas ahora", concluyó el italiano.