El bicampeón del mundo evidenció que aún está lejos de los mejores en una jornada en la que sorprendió el alemán Nico Rosberg (Williams), que fue capaz de firmar la segunda plaza y codearse con los McLaren-Mercedes y los Ferrari.

Luego llegó el percance. Alonso intentaba un tiempo de referencia con neumáticos superblandos cuando se pasó de frenada en la primera curva, la de Santa Devota, y tocó con el alerón trasero en las protecciones. Un trecho después, en la bajada del Mirabeau, se desprendía completamente. La jornada había acabado sin poder testar completamente ese compuesto que es vital para la calificación.

"El coche iba bien, no tenía problema alguno, pero cuando pones neumáticos nuevos y pasas por meta, quieres frenar cinco metros mas tarde para ganar un poco de tiempo al llegar a la primera curva, y cinco fueron demasiados. Mañana tengo que frenar antes y no perder el coche", comentó Fernando Alonso sobre su incidente, por el que fue llamado a declarar ante los comisarios.

McLaren sigue demostrando que Montecarlo es su circuito. Lewis Hamilton enseñó sus cartas en el Principado. El pasado año el McLaren-Mercedes era ya el mejor coche, pero entonces su jefe de filas era Alonso, que no le dio la mas mínima oportunidad para luchar por la victoria. Esta temporada el británico va a por la victoria.

Los Ferrari tuvieron que conformarse con la tercera plaza de Felipe Massa y la cuarta de Kimi Raikkonen. El vigente campeón del mundo y líder del Mundial, que el pasado año fue octavo, lideró la primera tanda, pero en la segunda no estuvo al mismo nivel.

Además, Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes) se hizo con la quinta plaza por delante del polaco Robert Kubica (BMW-Sauber), mientras que el alemán de BMW, Nick Heidfeld, sólo pudo ser undécimo.