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El equipo, dirigido por el ex-piloto de F1 Aguri Suzuki, y respaldado mecánicamente
por el constructor Honda, tuvo que retirarse del campeonato mundial debido a la
falta de patrocinio.
El presidente de la escudería Super Aguri ha tenido que pasar uno de
los momentos más tristes de su carrera al anunciar el abandono del equipo
del mundial. Pero, también aprovechó para arremeter contra la
competición afirmando que “la Fórmula 1 es un club de pirañas”.
Honda, por su parte, ha hecho público un comunicado en el que explica
porque han retirado el apoyo económico a la escudería.
Después de 26 meses en la Fórmula 1, 39 carreras y cuatro puntos,
la cenicienta de la parrilla dice adiós al fracasar su último
intento de financiación. Una negociación de última hora
con el consorcio alemán Weigl para adquirir una parte de la escudería,
al parecer no fue aprobada por la dirección general de Honda y dio al
traste con la esperanza de supervivencia.
"En orden a cumplir mi sueño de ser propietario de un equipo de
Fórmula 1 conseguí un lugar en el Mundial en noviembre de 2005.
Desde entonces hemos participado durante dos años y cuatro meses como
Super Aguri F1, pero desgraciadamente debo informar de que el equipo cesará
en sus actividades a partir de hoy", anuncia en un escrito público
Aguri Suzuki, jefe de la escudería.
Por Super Aguri pasaron dos españoles la pasada campaña, el mecánico
Albert Fábregas y el ingeniero Toni Cuquerella. Fábregas, integrante
ahora del equipo de Joan Viladelprat, tiene claro el origen del conflicto: “El
problema fue que Honda despidió a Takuma Sato. Y él es una estrella
mediática en Japón”. Sato no podía quedarse sin volante
en un país que es una potencia en la F-1. Honda, Toyota, los neumáticos
únicos de Bridgestone... Y por ahí, por la necesidad de un coche
para el nipón, vio la luz Super Aguri hace tres inviernos. “Siempre
fue un proyecto ilusionante -cuenta Fábregas-, pero sin el respaldo económico
de Honda era inviable. Si hubiera tenido que pagar la fabricación de
un chasis y un motor, se iría a un presupuesto de 70 millones, el que
ahora puede manejar Force India. Tal y como estaba Super Aguri, era más
un equipo puntero de GP2 que uno de Fórmula 1”.
Los pilotos Takuma Sato y Anthony Davidson se quedaron sin asiento para competir
el resto de la campaña, por lo que a partir de la carrera en Turquía,
la máxima categoría contará con 20 pilotos de diez escuderías.
En la campaña de 2007 terminó en la novena posición, por
encima de Spyker-Ferrari, y de McLaren-Mercedes, al que le fueron retirados
los puntos de la clasificación de constructores, tras el caso de espionaje.
"Estoy agotado. Definitivamente necesito un descanso. La Fórmula
Uno es un club de pirañas y tengo la sensación de que no quiero
volver", dijo finalmente Aguri Suzuki.
Es una pena los peces grandes se comen a lo pequeños…