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Ya han entrado en funcionamiento los 16 nuevos radares que el Ayuntamiento ha
instalado en los túneles de la M-30. Controlarán que no se incumplan
los límites de velocidad en esta parte de la vía, establecidos en
70 kilómetros por hora.
«Se trata -apuntan fuentes del Consistorio- de aplicar medidas disuasorias
para evitar que se alcancen velocidades excesivas, y reducir así el número
de accidentes».
Los 16 radares están colocados en once puntos de los túneles
de la M-30, que se suman a los 7 existentes en otras cinco localizaciones en
superficie. Son dispositivos digitales que incorporan las últimas tecnologías
en detección de velocidad y de visión artificial no deslumbrante
para captar las matrículas.
La existencia de los radares estará perfectamente señalizada
para que todos los conductores que circulen por la M-30 conozcan y sepan que
la velocidad de circulación está siendo controlada. Con este fin,
los dispositivos electrónicos están debidamente señalizados
tanto en los paneles de la vía como en las proximidades de su ubicación.
Las multas, según ha dicho Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas
Europeos Asociados, oscilan de los 92 euros si se supera el límite en
20 kilómetros hora, a los 400 si el exceso es del 50% de la velocidad
máxima dentro del túnel es decir, si se circula a 106 kilómetros
hora.
En ese caso, el conductor pierde además seis puntos y puede ser sancionado
con un mes de retirada de carné. En superficie las multas varían,
ha indicado Arnaldo, ya que la normativa municipal establece que en un caso
de exceso de velocidad que supere el 50 por ciento, pero en el exterior, esa
infracción se castiga con 270 euros. Con la puesta en marcha de estos
radares, una vez finalizado el periodo de pruebas y homologación, el
Ayuntamiento pretende aplicar medidas disuasorias para evitar que se alcancen
velocidades excesivas y reducir el número de accidentes.
Cuando el Ayuntamiento de Madrid se adhirió en 2005 a la Carta Europea
de Seguridad Vial, adquirió el compromiso de reducir en un 50 por ciento
el número de víctimas mortales para el año 2010 con relación
a las ocurridas en el año 2000, que fueron 104; un objetivo que se ha
ido cumpliendo con el avance del tiempo. En 2007, las víctimas se redujeron
a 57, cifra que se acerca al objetivo final de 52.
El pasado año se produjeron en la capital 10.167 accidentes en los que
resultaron heridas de gravedad 1.144 personas, cifras que el Ayuntamiento espera
reducir mediante un «correcto control de la velocidad» y el resto
de las medidas contempladas en el Plan Estratégico de Seguridad Vial.