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El piloto británico Lewis Hamilton y el polaco Robert Kubica saldrán
desde la primera fila de la parrilla del Gran Premio de Australia, prueba inagural
del Mundial de Fórmula 1, mientras que Fernando Alonso, que tuvo problemas
y no pudo pasar a la tercera y definitiva tanda de la calificación, lo
hará desde la sexta.
Hamilton superó al asombroso polaco Robert Kubica (BMW Sauber) en 155
milésimas de segundo, mientras que su compañero de escudería,
el finlandés Heikki Kovalainen, firmaba el tercer mejor tiempo del día.
Tampoco ha sido el día del campeón del mundo, el finlandés
Kimi Raikkonen, que ha dicho adiós en la primera eliminatoria por problemas
mecánicos en la bomba de gasolina. El Ferrari del finlandés se
ha quedado parado en la entrada de la calle de boxes y desde allí ha
sido empujado por los mecánicos de Ferrari, lo que no está permitido,
y su descalificación ha sido fulminante. Raikkonen, que logró
la pole al año pasado, tendrá que salir mañana en el puesto
decimosexto. El fiasco de Ferrari no ha terminado ahí, Massa sólo
ha podido ser al final cuarto y saldrá en la segunda línea de
parrilla.
En cambio, sorprendieron las dos escuderías japonesas. Toyota colocó
sus dos autos entre los diez primeros, aunque luego Timo Glock fue penalizado
con cinco plazas por cambiar de caja de cambios y con otras cinco por obstaculizar
a un rival en la clasificación, por lo que saldrá 19º y el
italiano Jarno Trulli 6º.
"En las primeras vueltas el coche no acaba de ir todo lo fino que podría
ir, es un pelín difícil de conducir, pero cuando se llevan dos
o tres vueltas todo se calma un poquito", explicó Fernando. Y ello
augura muchas sorpresas en carrera. No cometer errores será esencial.
Sin control de tracción, los entrenamientos se convirtieron en un carrusel
de trompos y excursiones por la hierba que promete repetirse durante la carrera.
Será la oportunidad de Alonso para recuperar posiciones.