Según informó Porsche, el accidente se produjo sobre las 4.00 GMT de la madrugada del domingo 25 al lunes, debido a un escape de gas en un horno utilizado para secar el barniz de los vehículos, donde parte de la cadena de montaje de pintura sufrió primero la explosión y fuego, después la acción de los extintores de agua. La sección de motores, ensamblaje y tapizado no han sufrido daños. La producción del Cayenne y Boxster no sufre alteraciones.

Dos trabajadores de la compañía sufrieron heridas leves, aunque ya han sido dados de alta del hospital, informó la compañía en un comunicado.

"La fabricación del modelo 911 estará parada durante al menos dos o tres días, en función de las estimaciones preliminares. La capacidad de producción diaria se sitúa actualmente en 160 unidades", precisó la corporación alemana en un comunicado.

Un portavoz de Porsche precisó que la empresa espera recuperar la producción perdida a lo largo del ejercicio, mediante la implementación de turnos de trabajo los sábados, si bien la empresa debe negociar esta medida con los sindicatos.

El director de Producción, Michael Macht, y el de presidente del comité de empresa, Uwe Hück, gestionarán un comité de crisis que Porsche creó inmediatamente después de conocerse el accidente.

El taller de pintura en el que se produjo el accidente será sustituido en 2013 por unas nuevas instalaciones con una capacidad diaria para 170 vehículos, que requerirán una inversión de 200 millones de euros.