Los responsables de la Guardia Civil de Tráfico se mostraron este fin de semana satisfechos por el trabajo realizado por sus agentes al lograr abortar una carrera ilegal que se iba a desarrollar en la tarde del pasado domingo en la N-VI, a su paso por la cuesta de la Sal, en el municipio coruñés de Aranga.

El capitán del subsector de la unidad, Juan Rodríguez Fernández, dejó claro que la intervención del domingo «no se debió a la suerte ni fue mera coincidencia. Estaba proyectado que nuestras patrullas viajasen hasta la cuesta de la Sal para evitar, una vez más, tan atrevida e irresponsable competición».

En la Guardia Civil de Tráfico son conscientes de que estos pilotos temerarios a nivel del territorio gallego «saben por dónde andamos», indica Rodríguez Fernández. Subraya que los cabecillas y supuestos organizadores de las carreras ilegales tienen a gente «situada estratégicamente para controlar a nuestros agentes y si los ven avisan por teléfono móvil». Sin embargo, dice, estos desconocen «que nuestro operativo cuenta con un dispositivo de vigilancia y control que nos permite conocer, en la mayoría de los casos, sus intenciones, como ocurrió el domingo», destaca el capitán de la Guardia Civil de Tráfico.

Noveles al volante
Juan Rodríguez se mostró preocupado porque la mayoría de los conductores que participan en las carreras ilegales «son gente muy joven y con el carné recién expedido». Por eso cree que su falta de experiencia al volante «se suma al terrible riesgo que tienen estas competiciones».

En estas actividades ilícitas «corren peligro los que se creen pilotos, a veces incluso llevan acompañantes, también están en el ojo del cañón los conductores que viajan con normalidad por la carretera, y tampoco están exentos de peligro aquellas personas que acuden a observar tan peligroso espectáculo».

En cuanto a la procedencia de los atrevidos conductores, Rodríguez Fernández indicó: «En cualquiera de los puntos que tenemos fichados como escenarios de carreras participan jóvenes procedentes de toda Galicia». La forma que tienen para organizar la competición y la concentración «es a través del boca a boca en los bares y se envían mensajes por los móviles», indicó el subinspector de la Guardia Civil de Tráfico.

En cuanto a quienes suelen participar en las carreras de la cuesta de la Sal, tienen fichados a varios conductores «que son reincidentes», aseguró Juan Rodríguez. Señala que debido a su juventud «no saben a lo que se exponen en cuanto a sanciones».

Noticia extraída de La Voz de Galicia