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Bonito, económico y bien aprovechado. El nuevo Suzuki Splash, que comenzará
a venderse en el mes de mayo, es la apuesta de la marca oriental para ganarse
su hueco entre los modernos coches ciudadanos gracias, entre otras virtudes, a
unos precios muy ajustados y una interesante oferta de lanzamiento.
Los motores de gasolina son un tricilíndrico de 1,0 l y 65 CV y un 1,2
l de cuatro cilindros y 86 CV. Estos dos motores son nuevos y están desarrollados
por Suzuki.
El motor turbodiésel tiene 1,3 l de cilindrada y da 75 CV de potencia
máxima. Con él, el Suzuki Splash 1.3 DDiS alacanza 165 km/h, acelera
de 0 a 100 km/h en 13,9 s y gasta 4,5 l/100 km.
Los precios de este modelo variarán entre los 10.200 euros (transporte
incluido) del Splash 1.0 GL y los 14.200 euros del Splash 1.3 Diesel de 75 caballos
GLS.
Su equipamiento de seguridad y confort es bastante completo, incluye ABS con
EBD y cuatro airbags, de hecho sólo ofrece tres opciones para todas las
terminaciones: pintura metalizada, airbag de cortina para las plazas delanteras
y traseras y control de estabilidad (ESP). Este último equipamiento cuesta
385 euros. El resultado es un coche amplio, de reducido consumo pero con una
buena habitabilidad y espacio interior. Una opción sensata para conductores
que, al mismo tiempo buscan un coche sencillo y cómodo de conducir pero
también alegre. Se comercializa con dos terminaciones GL y GLS.
Por dentro, el Splash está bien presentado, con una calidad de terminación
que no demuestra un desmedido interés en recortar costes, si exceptuamos
la colocación sobre el salpicadero del cuentarrevoluciones, en una manera
que nos recuerda a los inicios de la historia moderna de nuestro automovilismo.
Elementos que no puede tener la versión básica y sí el
resto de la gama son el aire acondicionado, iluminación en el maletero,
faros antinieblas, regulación eléctrica de los retrovisores o
un ordenador de consumo.
El maletero es pequeño pero dispone de un hueco bajo el piso y se puede
ampliar plegando los respaldos de los asientos traseros o abatiéndolos,
lo que deja totalmente plano el suelo de la zona de carga. La maniobra es muy
fácil de hacer.
El fabricante automóviles Suzuki tiene el objetivo de comercializar
60.000 unidades al año en el continente europeo de su nuevo modelo Splash,
que se fabrica en la planta de la empresa en Esztergom (Hungría), junto
con el Suzuki Swift y el Fiat Sedici.